Existe una oferta cultural y educativa de calidad en tv abierta, pero su demanda es reducida
En México las personas pasan en promedio 4.5 horas frente a un televisor y es frecuente que una mayoría de los televidentes descalifique la calidad de los contenidos que ofrecen Televisa y TV Azteca, «vivimos odiándolas», pero poco nos detenemos a pensar por qué, aunque existe la alternativa de programas culturales y educativos de calidad su demanda en el país es reducida.
Incluso algunos expertos les ha vencido la idea «dogmática» de querer resolver este problema con más regulación, lo cual puede resultar inconveniente, pues si bien hay que reconocer que existe un tema de calidad pendiente -pues quienes generan contenidos de televisión tienden a replicar modelos existentes-, en realidad lo preocupante está del lado de las audiencias.
Ernesto Piedras, director general The Competitive Intelligence Unit (CIU) asegura que este tema resurgió con la cuestionada multiprogramación, algunos legisladores y expertos juzgaron conveniente integrar en la reforma de Telecomunicaciones y Radiodifusión normas para presionar a las televisoras, para que ofrecieran más contenidos culturales y de corte educativo.
Sin embargo, regular los contenidos puede resultar inconveniente porque en realidad México «tiene canales culturales y educativos que pocos ven; es el caso del 22, el Once, Foro TV, Proyecto 40, TV UNAM, y el Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano; hay una oferta rescatable, pero pocos gustan sintonizarla, precisó el especialista en entrevista con Con$umoCuidado.
«Vivimos en ese juego de odiar a Televisa y TV Azteca, pero seguimos viendo sus contenidos; hago sondeos continuos sobre el tema: ¿quién piensa que son buenos esos contenidos?, nadie contestan; ¿quién piensa que esos contenidos son una porquería y ojalá no los transmitieran?, todos; ¿quién vio ayer los programas de Televisa?, todos o una gran mayoría.
Las autoridades no deben caer en la tentación de regular los contenidos. «Hay un gajo de esperanza, que las nuevas cadenas de televisión modifiquen y aumenten la calidad de sus programas y descarten convertirse en un Televisa 3.0, como lo hizo TV Azteca, lo idóneo sería que intentaran generar una oferta más acorde con la vida digital, más empatada con el manejo de redes, eso es lo de hoy».
Para el especialista, el comportamiento de las audiencias es preocupante porque ante una oferta de calidad aceptable en canales culturales y educativos, siguen optando por otra que reconocen que es mala, «entonces el problema no está en la oferta, sino en la demanda», es decir, es muy probable esto responda a la formación académica que están recibiendo.
Las televisoras miden el nivel educativo y cultural de las audiencias, -dos aspectos que siempre hemos sabido que no son lo mejor-, y como empresas siempre querrán empatar la oferta con la demanda, por ello sino hay una exigencia por parte de las audiencias, será difícil modificar su visión del negocio.
Este problema es similar al que se tiene en el mercado de la lectura, donde la oferta no es el gran problema, el precio de los libros tampoco lo es pues hay ediciones populares, las bibliotecas son una opción «con sus asegundes», pero lo cierto es que en México se tiene un nivel de lectura promedio muy bajo; con las audiencias pasa algo similar, si son malos los contenidos, ¿porqué los siguen viendo?
C$C EVP