Para que América Latine llegue a tener 98 por ciento de cobertura 4G y 81 por ciento de 5G en el año 2030, hacen falta inversiones adicionales por 17 mil millones de dólares, en un mercado que, desde 2010 hasta 2022, ha visto disminuir en 50 por ciento los ingresos recurrentes de los operadores y aumentar en 40 por ciento el precio del espectro radioeléctrico, sin descuidar que México es el país más caro del mundo en esta materia.
Pese a tal panorama, los operadores se ven obligados a realizar nuevas inversiones, cada vez de mayor calado, ante el incremento de tráfico de datos que traen las tecnologías emergentes y la multiplicación de servicios digitales en todos los países, advirtió Cindy Rayo, directora para México, Centroamérica y el Caribe de la Asociación Interamericana de Empresas de telecomunicaciones ASIET, al advertir que, además, las Metas de Desarrollo Sostenible de la ONU incrementan la presión en este sentido.
Al participar en el panel “Avances e inversiones en infraestructura de red para una región en crecimiento” en el contexto de Conecta México 2024, la especialista advirtió que en México, a diferencia de otros países de la región, no hay un fondo de servicio universal para el despliegue y mantenimiento, lo que dificulta aún más la situación de la industria.
En ese sentido, explicó que debe haber una actualización regulatoria que genere un “piso parejo” en materia tributaria, donde el espectro debe dejar de ser visto como un elemento recaudatorio, para disminuir a precios razonables, que permitan por un lado dar mantenimiento y servicio a la propia provisión de este recurso, sin que signifique una sangría para los operadores.
Las llamadas “obligaciones de hacer” que se han implementado en Brasil y otros países, pueden dar una guía.
A su vez, Amet Novillo, presidente de la Asociación Mexicana de Data Centers (MEXDC), recordó que según consultorías como Select, el crecimiento de la industria de TI en México se puede anticipar en 5.1 por ciento anual, mientras que los crecimientos anuales en el número de centros de datos se calcula entre 2 y 15 por ciento al mes, producto del crecimiento exponencial de la demanda de almacenamiento y manejo seguro de datos.
De hecho, según un estudio recién revelado por la Asociación que preside, de aquí al 2029, se instalarán 73 centros de datos adicionales a los ya existentes en México, que por ahora representan 300 megawatts, mientras actualmente se construye infraestructura para otros 500 megawatts y se han anunciado hasta mil más en los próximos años.
Si bien esto significa un crecimiento exponencial de este segmento de la industria, no está exenta de retos, como el de la enorme necesidad de energía, la sustentabilidad y la regulación, que como es bien sabido, difiere municipio por municipio, lo que genera enormes problemas económicos y retraso de proyectos.
A su vez, Noé Garza, director de tecnología de Neutral Networks, afirmó que la propia experiencia de esta firma ha demostrado que la compartición de infraestructura es una solución viable, pues en su calidad de red neutra para ser usada por distintos operadores, se generan ahorros e incrementos notables de la eficiencia que, de haber sido diseñados desde hace 20 o 30 años, hoy se tendrías mucho mejor productividad y eficiencia.
Explicó que las redes de comunicación que existen en México, se diseñaron en los años 90 para transmitir voz y “serpenteaban” por aquellos sitios donde se requerían, pero hoy ya no son viables para la transmisión de datos con bajísimas latencias, como lo exige la industria de nuestro tiempo y por eso, es necesario que la idea de la compartición de infraestructura se extienda y permee en toda la industria.
En su oportunidad, Jorge Millones Mayorca, director de Operaciones de GTAC aseguró que las redes neutrales han probado su eficiencia en América Latina, por ejemplo en Colombia y Chile, donde los fondos de inversión ayudan a mejorar la infraestructura con inversiones mucho menos cuantiosas que las requeridas por cada empresa en particular, si quisiera establecer su propia infraestructura.
También, en Brasil el 20 por ciento de los usuarios de banda ancha que usan fibra reciben el servicio por redes neutrales, lo que ayuda a democratizar el acceso, sobre todo en la llamada “última milla” y eso favorece la adopción mayor de la tecnología.
Como apunte final, confió en que esta información llegue a las candidatas y el candidato presidenciales que este domingo tienen su segundo debate y, aunque reconoció que éste no será tema de ese encuentro político, sí es relevante que se tome en cuenta, porque debe ser incorporado como política pública en el siguiente sexenio.
C$T-GM