Alrededor de cinco millones de personas en México sólo tienen la posibilidad de ser clientes de un único proveedor de telecomunicaciones. Esta población se distribuye en un total de 823 municipios donde hay una opción de banda ancha móvil, lo que demuestra la necesidad de establecer medidas para evitar esta distorsión en la competencia.
Además, en otros 408 municipios, sólo hay dos operadores y de acuerdo con la más reciente Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares, ENDUTIH, el número de personas usuarias de internet mayores de 6 años es de 93.1 millones, lo que representa el 78.6 por ciento de la población nacional, señaló Adriana Labardini, presidenta de la organización Conectadas.
En un mundo donde todo es cada vez más digital, desde la educación, la salud, el acceso a servicios financieros y la comunicación en general, esto es inaceptable, porque significa dejar a millones de personas sin el ejercicio de algunos de sus derechos básicos, señaló al participar en el panel “El posicionamiento de las telecomunicaciones en México y a nivel regional”, como parte de Conecta México 2024.
De ahí que es necesario “crear un régimen de abundancia, en lugar de un régimen de escasez, como desgraciadamente todavía vemos incluso a nivel regional”, y para ello se deben compartir el espectro y las redes dorsales para que aumente el tráfico y que “no lo hagan prohibitivo”, advirtió al dejar claro que es una falsa polémica, la supuesta disyuntiva entre invertir en infraestructura o compartirla.
“Necesitamos inversión, infraestructura, servicios asequibles y conectividad significativa para todos en las urbes y lo rural, para todas las personas que puedan apalancarse en la tecnología para un desarrollo sostenible”, advirtió y por ello se debe invertir de manera razonable, observando los contextos, porque es inviable duplicar donde ya hay infraestructura. Además, la tecnología hoy permite invertir en una parte del total, lo que facilita colocar los recursos donde realmente hacen falta.
Con todo, esto no puede funcionar si las autoridades no garantizan plenamente las condiciones de competencia sana, que eviten la concentración como la señalada en los más de 800 municipios de México donde sólo hay un proveedor de servicios.
Durante el mismo panel, Ana de Saracho O´Brien, directora de Asuntos Públicos, Regulación y Negocio Mayorista de Telefónica Movistar México, coincidió en que invertir y compartir son opciones complementarias; “no es una u otra; eso no existe”, aunque todo ello se debe complementar con crecimiento, inclusión y una regulación que fomente la competencia, porque es un hecho el enorme crecimiento de la demanda de datos por parte de los usuarios, que los operadores deben satisfacer.
Pero en este contexto, existe una “espiral de la que no puedes salir”, pues la innovación tecnológica implica ciclos de inversión cada vez más cortos, con un espectro caro, lo cual lleva a una “ecuación de la que es difícil salir”.
Si no puede dar los beneficios y precios bajos, el operador no capta clientes y no tiene ingresos, y si no tiene ingresos, no tiene capacidad para invertir a fin de ofrecer los servicios.
Es ahí donde cobra sentido la compartición de infraestructura como los acuerdos en la materia que Telefónica ha firmado en distintos países de América Latina, si bien en el caso de México, “la regulación tendría que acompañar la película”.
Se requiere, dijo, fomentar las inversiones, aceptar que no en todos los casos la inversión es lo importante, analizar contextos y que el órgano regulador agilice la aplicación de las medidas asimétricas, cuya tercera revisión bienal se ha retrasado, porque “cada trimestre sin una nueva regulación asimétrica, lleva a la permanencia de un status quo que no ayuda a mejorar las cosas”.
Esto deriva en la necesidad de simplificar las cosas, pues se dijo convencida de que no se necesitan 200 medidas de preponderancia; “quizá cinco sean suficientes, pero que se apliquen y se regulen con eficiencia”.
Con todo, la compartición es sin duda una de las salidas viables, además de invertir en infraestructura porque la demanda de los datos seguirá creciendo exponencialmente y los operadores tienen que prestar el servicio que los usuarios requieren.
C$T-GM