Antes de emprender su transformación digital, las empresas de cualquier tamaño deben tener en cuenta dos temas fundamentales, que son como las ruedas de la bicicleta: el objetivo que persiguen con esa estrategia y la cultura de datos que prevalezca en la organización. En complemento, hay que cuidar la ciberseguridad, que funciona como “las rueditas entrenadoras que ayudan a mantener el proyecto andando de manera segura”.
Así lo advirtió David Montoya, director Global de Desarrollo de Negocios de IoT en Paessler, empresa especializada en software de monitoreo, quien reconoció que “a partir de la pandemia, el grado de digitalización se ha visto apurado y las empresas se han visto forzadas a entrar a una dinámica para la que probablemente no están preparadas; la misma prisa produce a veces proyectos fallidos” y por eso se deben estudiar bien las opciones antes de emprenderlas.
En entrevista con ConsumoTIC, el ejecutivo de Peassler –empresa que el año pasado registró un crecimiento de 36 por ciento en México en sus ingresos respecto al 2022—señaló que en el mercado hay “herramientas para moldear los caminos particulares de cualquier tipo y tamaño de empresa”, pero lo primero que las directivas se tienen que plantear es qué objetivo persiguen con esa transformación, pues de pronto puede parecer más una moda que una convicción.
“Eso significa que a veces hay alguien que quiere mostrarle al mundo su transformación digital, pero en realidad no sabe qué hacer para eso, porque en el fondo no se ha preguntado exactamente qué quiere” y a eso suele conducir a la adquisición de tecnología muy potente, cara, pero que no responde a las necesidades de la empresa en particular.
Eso se traduce en pérdidas no sólo económicas, sino peor aún, de información de la empresa, porque en muchas ocasiones no hay una cultura interna del cuidado de los datos, que es el segundo de los pilares esenciales de cualquier transformación. (El primero es tener claro el objetivo).
Y por supuesto, las “rueditas entrenadoras” que ayudan a mantener el proyecto en marcha de manera confiable son las herramientas de ciberseguridad, tema que también se relaciona con la cultura institucional de los datos, pues “no se trata de sólo poner dispositivos y hardware, sino de poner el foco en la capacitación de las personas, porque muchas personas no son conscientes de los riesgos que se enfrentan”.
Sin embargo, David Montoya recordó que la digitalización ha avanzado al tiempo que lo hacen las diversas tecnologías. “Hoy vemos opciones de precios, funcionalidades y alcances que todas las empresas pueden adoptar, pues estamos en un proceso de democratización para lograr una transformación más acelerada”, aunque, insistió, ésta debe partir de un objetivo de cada empresa, con sus respectivas métricas para asegurarse de que funciona.
En cuanto a las herramientas de seguridad para monitoreo de TI, OT e IoT que ofrece su empresa, señaló que éstas ayudan a mantener resguardados los activos de sus empresas, y recordó que “a medida que las amenazas de seguridad física se vuelven más sofisticadas en el mundo, las soluciones tecnológicas disponibles a manos de los usuarios se vuelven más avanzadas, pero también asequibles”.
Respecto al valor de la información, señaló que por eso es importante fortalecer la cultura de su cuidado en las organizaciones de todos tamaños. Para poner en perspectiva este tema, ejemplificó que según la consultora Statista, para el próximo año, se espera que el mercado de las Fintech en América Latina supere los 350 millones de usuarios, lo cual habla de la relevancia de cuidar la información.
Además, la misma firma consultora estima que en este 2024, el mercado de la educación en línea en el mundo alcance un valor cercano a los 185 mil 200 millones de dólares, lo que, una vez más, muestra la importancia de un manejo adecuado de la data de los alumnos, y por eso las herramientas de monitoreo y seguridad digital son esenciales.
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