La adopción en México de la norma ISO/TS 15066, que incrementa los niveles de seguridad de los robots colaborativos o cobots, ayudará no sólo a reducir accidentes que se pudieran registrar por la interacción de estos aparatos con humanos, sino que elevará su eficiencia en la producción e incluso elevará la reputación de las empresas que se acojan a la normatividad.
Denis Pineda, gerente General de Universal Robots, empresa global fabricante de estos aparatos para usos en la educación y en una amplia gama de ramas industriales, advirtió que esta norma técnica de reciente aprobación, si bien no obliga a quienes usan cobots a aplicarla, sí servirá como “un referente técnico influyente para fabricantes, integradores y usuarios finales”.
De hecho, la ISO/TS 15066 “es un complemento de la ISO 10218, de Requerimientos de Seguridad para Robots Industriales”, cuya actualización más reciente data de 2012, cuando los analistas estaban enfocados en robots industriales tradicionales, mientras los robots colaborativos eran una novedad.
“La adopción de la ISO/TS 15066 en México sigue la tendencia global de aumentar la seguridad en ambientes de trabajo automatizados, especialmente donde hay interacción entre humanos y máquinas. Las empresas mexicanas que buscan certificaciones internacionales o quieren alinearse con los estándares globales de seguridad y eficiencia en automatización industrial ven en la ISO/TS 15066 un recurso valioso”.
En su calidad del mayor fabricante en el mundo de robots colaborativos Universal Robots ha trabajado en un sistema de seguridad que ofrece ocho funciones de seguridad ajustables: función de las articulaciones, velocidad de las articulaciones, posiciones de TCP, orientación, velocidad, fuerza, momento de inercia y potencia del cobot.
Todas estas funciones pueden configurarse de acuerdo con los requerimientos considerados necesarios en las evaluaciones de riesgo basadas en las directrices de la ISO/TS 15066 que abarca los diferentes momentos y circunstancias en los que una persona puede interactuar con estos robots, precisamente para prever cualquier tipo de incidentes.
En México, las empresas que utilizan o planean implementar robots colaborativos en sus procesos de producción tienden a seguir estas directrices internacionales, en cuya elaboración participó Lasse Kieffer, director de Conformidad Global de Universal Robot, quien formó parte del comité de ISO que trabajó en esta nueva especificación.
Entendiendo que siempre puede haber un cierto grado de riesgo al trabajar con máquinas, la idea es aumentar lo más posible los estándares “para garantizar la seguridad de los trabajadores”.
En ese sentido, “la norma aborda varios aspectos, como los límites de fuerza y presión que un robot puede aplicar en contacto con humanos, además de orientar sobre la realización de evaluaciones de riesgo detalladas para cada aplicación específica de robótica colaborativa”.
Así, la norma ayuda a minimizar los riesgos, al haber alcanzado un consenso entre los países miembros del comité, comentó Denis Pineda, al señalar que “los límites de rendimiento del robot, versus la seguridad, son conservadores y basados en investigaciones que continuarán evolucionando mientras liberamos todo el potencial de los robots colaborativos”
Para ejemplificar cómo podrían evolucionar en el futuro estas normas, recordó lo señalado por Esben H. Ostergaard, ex director de tecnología de Universal Robots, quien recordó que en 1861, cuando comenzaron a circular los primeros automóviles en Inglaterra.
“Eran una tecnología revolucionaria y desconocida y por eso se adoptó una ley para que una persona caminara con una bandera roja delante de cada auto, como medida preventiva para evitar accidentes. Esas normas evolucionaron y lo mismo pasará con los cobots conforme los usuarios estén más familiarizados y adaptados a esta tecnología innovadora”.
C$T-GM