Los riesgos de que los menores de edad se enfrenten a contenidos inadecuados, contacto con personas indeseables y conductas inapropiadas en internet van en aumento; padres y madres de familia sienten preocupación, pero la mayoría no sabe qué hacer. Incluso, 84 por ciento de ellos reconocen sus dificultades para poner reglas en la exposición de sus hijos a la red y 42 por ciento ni siquiera usa los controles parentales de los dispositivos, en gran medida por desconocimiento.
Y mientras el internet es parte de la vida cotidiana de menores de entre 6 y 17 años, en él se esconden acosadores y delincuentes que literalmente les pueden arruinar la vida (algunos casos graves terminan en suicido) al interactuar con ellos mediante perfiles falsos.
De ahí la necesidad de concientizar a las personas que tienen a su cargo a niñas, niños y adolescentes, para que estos episodios “no los lleven a un shock y sean capaces de actuar con calma y saber con quién acudir para resolverlos”.
Así lo señaló Ana de Saracho, directora de Asuntos Públicos y Mayorista de Telefónica Movistar México, quien en entrevista con Consumo TIC advirtió que este operador mantiene desde 2008 un eje estratégico para promover el uso responsable e inteligente del internet, que se desarrolla en colaboración con autoridades y organizaciones de la sociedad civil, y con un enfoque de capacitación para los padres de familia.
Hasta ahora, explicó, las campañas que ha emprendido Telefónica Movistar para procurar la seguridad de los menores en su navegación en internet, se centra en darle herramientas a los padres de familia y ha alcanzado a poco más de 5.5 millones de personas a través de una metodología de las tres “C” de los riesgos de los menores en internet de la UNICEF: Contenidos, Contacto y Conducta.
Respecto a los contenidos, se trata de aquellos que incluyen, por ejemplo, sexualidad o violencia explícitas que los menores, por su falta de madurez emocional, no procesan correctamente.
En el caso del contacto, se centra en el peligro de que adultos se hagan pasar por menores con perfiles falsos en redes sociales, sistemas de mensajería y videojuegos en línea, donde les resulta particularmente sencillo acercarse a los menores y generar delitos que van desde obtener fotos íntimas de los menores para después chantajearlos, hasta cuestiones graves como secuestro, trata de personas y reclutamiento forzado para la delincuencia organizada.
Por cierto, esta vertiente es tan peligrosa, que puede provocar desde depresiones profundas para los menores, hasta suicidios y por eso tanto los padres de familia como los mismos menores, deben ser conscientes de que cualquier foto que suban a internet ya no les pertenece y estará ahí para siempre.
Cabe señalar que a pesar de la preocupación que existe sobre este tipo de peligros, el 3er. Estudio de Ciberseguridad en México 2023, advierte que hasta 30 por ciento de los padres y madres desconoce si sus hijos han tenido alguna experiencia negativa con terceros en internet y 21 por ciento de los menores ha sufrido acoso de adultos.
El mismo estudio indica que los videojuegos tienen 50 por ciento de riesgos y en ellos, el 50 por ciento de los menores han recibido solicitudes de fotos íntimas, mientras el 63 por ciento ha sufrido acoso de otros menores.
Y aún así, 84 por ciento de los padres no saben cómo poner límites a sus hijos en el uso de internet y, además, 42 por ciento de los padres de familia desconoce el uso de los controles parentales de los dispositivos.
En ese sentido, Ana de Saracho indicó que en la tercera “C”, de conducta, se trata de ver cómo se compartan quienes interactúan con sus hijos, pero también cómo lo hacen ellos, desde una visión de confianza, para que los menores sepan que tienen en sus padres a aliados para resolver problemas que se lleguen a presentar.
De ahí que la estrategia consiste en acompañar a los adultos para que siempre los menores tengan un canal abierto de comunicación; que el adulto conozca los controles parentales y los candados de los dispositivos y los contenidos, restringiendo el tiempo en pantalla.
Otro de los planteamientos es generar actividades fuera de línea (esto se trabaja a partir de la campaña “Desconectados”, para tratar de generar una ciudadanía digital sana).
También se busca que no se orille a los menores a usar indiscriminadamente redes públicas, que son mucho más peligrosas para ciberdelitos como el ransomware. Y por último, promover valores como solidaridad, empatía, respeto, resolución de problemas y eso llevarlo a la pantalla.
Además de las capacitaciones en persona y la participación en todos los foros posibles, incluyendo el Grupo Pompidú integrado por varios países de Europa con México como el único invitado de América Latina, que analiza delitos cibernéticos, el trabajo se complementa con el sitio dialogando.com.mx con información completa de este tipo y varias campañas de concientización que están disponibles en internet.
Entre ellas se encuentran Love Story, sobre los riesgos de aceptar “amigos” desconocidos; El amigo, respecto el riesgo de que un adulto se haga pasar por menor; Amor ciego, donde se aborda el riesgo de que personas conocidas compartan en internet fotos íntimas; Sharenting, relativa a los riesgos de compartir fotos de los hijos en internet; y Hate Over, para acabar con el acoso en los videojuegos.
Destaca la estrategia “My Name My Game”, donde se le pidió a 10 estrellas globales de los videojuegos (todos hombres), interactuar con nombres femeninos y en todos los casos recibieron agresiones en razón de género, uno de ellos en tan sólo 20 segundos de haber iniciado la interacción, todo ello, con el objeto de concientizar sobre el acoso a las mujeres.
C$T-GM