La profecía parece que comenzó a cumplirse.
Desde que se diseñó el proyecto de licitación de la banda de 700 MHz y se realizó el concurso muchos especialistas lo señalaron: la Red Compartida es un proyecto que difícilmente tendrá éxito.
Este 13 de julio del 2021, a cuatro meses de cumplir cinco años de haber ganado la licitación, Altán Redes anunció la solicitud de un concurso mercantil con el argumento de un rediseño financiero para garantizar la operación de la red.
Los especialistas siempre advirtieron que el modelo de asociación público-privada para crear una red que apostara a operadores móviles virtuales no era buena idea, porque éstos últimos en México no habían tenido mucho éxito y menos lo tendrían estos pequeños operadores compitiendo frente a los gigantes Telcel, AT&T y Telefónica, que llevan años desarrollando su infraestructura con altas inversiones.
La semana pasada Altán Redes reveló por primera vez el número de usuarios finales que utilizan dicha red: tres millones, un número nada despreciable. Muchos colegas periodistas y quién escribe estás líneas solicitamos conocer el número de usuarios finales y la respuesta siempre fue negativa por parte de Altán con el argumento de confidencialidad con sus clientes.
No es coincidencia que apenas a unos días de haber dicho por primera vez cuántos usuarios finales hay en esta red móvil, Altán Redes anuncie la solicitud de concurso mercantil. Parece que fue más bien un colchón para “caer en blandito” ante la solicitud de concurso que ya sabían que realizarían.
Decía que tres millones de usuarios finales no es un número despreciable, aún así siguen siendo muy pocos para una red que hoy en día tiene cobertura del 64.69 por ciento con su propia infraestructura, y alcanza en total un 90 por ciento al usar la red de otros operadores como el satelital Hispasat.
Una pregunta pertinente es cuál es el ARPU (ingreso promedio por usuario) de esos tres millones de clientes finales que tienen los OMV que usan la Red Compartida, pues ya vimos que la gigante Telefónica con sus más de 25 millones de usuarios y sus 50 pesos mensuales de ARPU, tuvo que devolver todo el espectro que poseía y usar el de AT&T para poder mantenerse operativo.
No creo que sea el fin de este enorme proyecto, el que además tiene el respaldo del presidente Andrés Manuel López Obrador para conectar áreas rurales, sin embargo, sí es preocupante que las advertencias que hicieron los expertos desde el inicio del proyecto comiencen a tomar forma.
No pierda de vista que la obligación de Altán Redes es alcanzar una cobertura de 92.2 por ciento para enero del 2024, del que por cierto, de acuerdo con el diario El Universal, ya pidió una prórroga de cuatro años.
¿Lo anterior significa que Altán no podrá ayudar al presidente López Obrador a cumplir su promesa de conectividad en todo México antes de que concluya su administración?
Tal parece.
C$T-GM