La guerra comercial de Estados Unidos contra Huawei no parece tener tregua.
La salida de Donald Trump de la presidencia de Estados Unidos y la llegada de Joe Biden al cargo encendió una luz de esperanza en la compañía china, sin embargo se apagó rápidamente.
En enero de este año durante el Consumer Electronic Show (CES), la convención de tecnología de consumo más importante a nivel mundial, contribuyó con esa esperanza por parte de las compañías tecnológicas chinas, pues Brian Deese, quién en ese entonces era director entrante del Consejo Económico Nacional de Estados Unidos, dejó ver que la administración de su jefe Joe Biden podría levantar las restricciones y comenzar una nueva era de negocios tecnológicos entre ambos países.
Incluso, Ren Zhengfei, fundador y director ejecutivo de Huawei, afirmó a principios de febrero que le gustaría que el gobierno de Biden reactivara las relaciones con su compañía, aunque lo consideró difícil por parte de los norteamericanos.
Y así fue. El pasado 12 de marzo, la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), el regulador de Estados Unidos, soltó el golpe a los fabricantes chinos y les dijo que no.
La FCC, que dirige Jessica Rosenworcel, publicó una lista de cinco fabricantes de origen chino dedicados a equipamiento y servicios de telecomunicaciones, a quiénes calificó como una amenaza a la seguridad nacional. ¿Quién cree usted que aparece? Exacto, Huawei Technologies.
La lista la integran además ZTE Corp, Hytera Communications Corp, Hangzhou Hikvision Digital Technology Co, y Dahua Technology Co. Y los argumentos no fueron nada distintos a los que en su momento utilizó el gobierno de Trump.
La FCC de Rosenworcel dijo: “Esta lista proporciona una guía significativa que garantizará que el desarrollo de la próxima generación de redes que se construyen en todo el país, no repita los errores del pasado ni utilicen equipos o servicios que supongan una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos y la protección de los estadounidenses”.
Está claro que las redes 5G serán un parteaguas en la vida del ser humano, pues éstas llevarán a la transformación digital de todas las industrias y ello significa poder económico, que Estados Unidos no está dispuesto a soltar y menos a tener en su infraestructura componentes de origen chino, pues la guerra comercial más grande que se haya librado en la historia es precisamente con ellos.
No hay que perder de vista, por ejemplo, la crisis actual de chips que hay en el mundo debido a la dependencia de los proveedores chinos. Ésta ya afectó la producción en una de las industrias más importantes de Estados Unidos: la automotriz.
Huawei y China evidentemente no se han quedado con los brazos cruzados, al contrario, desde antes del bloqueo han invertido cantidades millonarias en investigación y desarrollo tecnológico.
Ayer, Guillermo Solomón, director General de Transformación Digital para Huawei América Latina, resumió en una frase la postura del gigante chino: “La guerra tecnológica se debe librar en los laboratorios, no en la política ni en los tribunales”.
Además, mostraron su músculo inventivo al mencionar que tienen más de 100 mil patentes activas de entre 40 mil familias de patentes, y van por más. Actualmente Huawei es la empresa número dos en Europa con más patentes concedidas y la número 10 en Estados Unidos.
Sólo Huawei invierte entre el 10 y el 15 por ciento de sus ingresos anuales en desarrollo e investigación.
La guerra no parece tener tregua y se viene una etapa de competencia feroz para conquistar la supremacía en el nuevo mundo que será completamente digital.
C$T-EVP