A pesar de las funcionalidades y portabilidad, las tabletas electrónicas no han tenido en México mucho éxito, pues su nivel de adopción es apenas del 26.4 por ciento, lo que equivale a que en el país funcionan alrededor de 31.8 millones de estos dispositivos, revela el estudio “Análisis y Dimensionamiento del Mercado de Tabletas en México 2022”.
De acuerdo con este documento elaborado por The Competitive Intelligence Unit (CIU), desde que se lanzó el primero de estos aparatos en México, el 3 de abril de 2010 con la primera versión de iPad, se han registrado evoluciones en las capacidades y características de este tipo de dispositivos, pero en México aún hay barreras para su adopción, al grado de que 42.5 por ciento de las personas usuarias consideran que “no las necesitan” en su quehacer diario.
Sin embargo, los aparatos de este tipo que sí se encuentran en funcionamiento cotidiano, se usan sobre todo para juegos (55.2 por ciento de los usuarios); para realizar búsquedas de información (42.5 por ciento); en actividades escolares (41.4 por ciento) y actividades laborales (35.6 por ciento).
El reporte indica que la adopción de las tabletas en México no ha sido tan acelerada como en el caso de otros dispositivos. Y si bien existen varias razones que lo explican, la principal es la percepción de los usuarios de que se trata de dispositivos complementarios o, dicho en otra forma, tienen menor relevancia que otros dispositivos para acceder a la conectividad.
Un 42.5 por ciento de los usuarios las consideran innecesarias, además de identificarse otras “barreras de adopción”, como el hecho de que 14.4 por ciento de la población no sabe usarlas; 11.5 por ciento considera que son “caras” (a pesar de que en el mercado las hay disponibles en costos relativamente bajos); el 11 por ciento lo juzga como un gasto innecesario; 7.6 por ciento no le gustan y el 5.8 prefiere un celular.
En contraste, los teléfonos inteligentes de gama media y alta registran una elevada tenencia en el país y se consolidan como el principal eje de acceso y aprovechamiento de las herramientas y aplicaciones disponibles en internet.
Y es que el 9.5 por ciento del total de los no usuarios, prefiere utilizar un celular o bien una computadora. Ello evidencia su potencial sustituibilidad como dispositivos de acceso y aprovechamiento de la conectividad.
De acuerdo con el estudio, el poder adquisitivo de las personas se relaciona directamente con la adopción de las tabletas. Por ejemplo, en el Nivel Socio Económico (NSE) alto y medio (definidos como A/B/C), estos dispositivos se consideran como complementos al ecosistema de conectividad, donde también están integrados los teléfonos inteligentes y las computadoras fijas o portátiles.
Por otra parte, en los niveles bajos (D/E), su precio relativamente menor a la de una laptop, se llega a considerar como un dispositivo sustituto, aunque “imperfecto”, por su diferencial de capacidades.
Así, la adopción de la tableta en los niveles socioeconómicos (A/B), llega al 56.2 por ciento, es decir, 4.6 millones de personas con una fuerte preferencia por la marca Apple, con dos de cada tres dispositivos con un gasto promedio de 9 mil 166 pesos por dispositivo.
En el nivel medio alto (C+) la adopción de las tabletas es de 46.1 por ciento con 6 millones de usuarios donde todavía hay preferencia marcada por la marca Apple, con cuatro de cada 10 dispositivos, aunque con un gasto promedio de 6 mil 235 pesos.
Respecto al Nivel Socioeconómico Medio y Medio Bajo, (C/C-) tres de cada 10 usuarios tienen una tableta, lo que supone alrededor de 10.8 millones de personas, con un gasto promedio de 5 mil 757 pesos y preferencia entre cuatro de cada 10 personas por la marca Samsung.
Finalmente, el estudio señala que en los NSE más bajos (D/E) apenas 16.2 por ciento de las personas han adoptado la tecnología con un gasto promedio de 4 mil 750 pesos, segmento donde seis de cada 10 equipos son Samsung con 88 por ciento de ellos usando el sistema operativo Android.
“En este segmento poblacional, las barreras de adopción, relacionadas con la falta de habilidades digitales y el costo/gasto innecesario al adquirir una tableta aumentan significativamente”, concluye el estudio.
C$T-GM