El esfuerzo educativo es la gran apuesta de la UNESCO para enfrentar el discurso de odio tanto online como offline, pues las consecuencias pueden llevar a hechos tan graves como los genocidios, alertaron expertos, para quienes las plataformas digitales implican retos importantes en la prevención de la violencia.
“Evidentemente, la gente siempre odió; no es que el discurso del odio sea una cosa nueva. Sí, la cuestión en línea trae nuevos desafíos sobre todo de escala, de velocidad, de amplitud, de cómo estas cosas circulan y retos que tienen que ver con las cuestiones lingüísticas de la operación, de los algoritmos, entre otras”, explicó Guilherme Canela de Souza Godoi.
El jefe de la sección de Libertad de Expresión y Seguridad de Periodistas de la UNESCO destacó la labor que esta organización está haciendo, en un mensaje de introducción a la sesión “Abordando el discurso de odio online: ¿Cómo proveer una ciudadanía digital responsable a través de la educación?”.
La UNESCO, dijo, está haciendo hincapié en tres ejes, desde la perspectiva de la libertad de expresión y de la comunicación: calificar la demanda; esto es alfabetización mediática e informacional, para que las personas tengan una relación crítica con los medios y se conviertan en ciudadanos digitales empoderados.
Asimismo, calificar la oferta o contar con medios periodísticos capaces de hacer un trabajo amplio con una cobertura que dé seguimiento permanente al tema, el cual está considerado como una amenaza para los valores democráticos, la estabilidad social y la paz. “Los chequeadores de hechos tienen un papel fundamental”, agregó.
Otro de los ejes, y que es un tema complejo, es el de involucrar a las empresas de Internet, por lo menos empezando con la discusión sobre la transparencia, pues parte significativa del problema está en la cadena de transmisión, y porque no es suficiente decir que la gente y quienes producen información podrán hacerle frente a las grandes plataformas.
“Es muy difícil construir políticas públicas basadas en evidencia, incluyendo sobre el discurso de odio, si no sabemos el tamaño del problema. Y, la verdad, es que hoy no sabemos cuánto está, cuáles son las dimensiones, de dónde vienen los discursos de odio, y no lo sabemos en parte porque las empresas no socializan estas informaciones con aquellos que necesitarían tenerlas para producir este tipo de cosas (estudios, reportes, análisis)”.
A los asistentes al encuentro, que forma parte del seminario web “Educar sobre el holocausto y los genocidios en América Latina y el Caribe”, organizado por OREALC/UNESCO Santiago, les subrayó que es muy importante tener conciencia de las consecuencias que puede tener el discurso de odio.
“Con frecuencia tiene consecuencias graves para otros derechos humanos y muchas veces consecuencias que son tan graves como un genocidio, como ha pasado en distintos momentos de la humanidad”.
La UNESCO ha recalcado la responsabilidad colectiva que existe para contrarrestar el discurso de odio y para prevenir violencias en el futuro, porque “la historia ya ha demostrado que los genocidios y otras atrocidades se generan siempre a partir de las palabras”.
C$T-EVP