Movimientos interesantes se están viendo al interior del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). El más reciente es el fichaje del doctor en economía, Fernando Butler Silva, quien desde el pasado 1 de abril es el titular de la Unidad de Política Regulatoria.
El nombramiento de un perfil como el de Butler Silva no es casualidad y es posible adivinar que responde a la estrategia del actual comisionado presidente, Javier Juárez Mojica, para enfrentar la monumental tarea de regenerar la estructura institucional del órgano regulador y para lo cual, la elección de los mejores trebejos es una táctica obligada.
Desde la década de los 90, el nombre de Fernando Butler ha sonado con fuerza en el sector mexicano de las telecomunicaciones, pues desde la época de la extinta Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) materializó diversos estudios económicos y regulatorios.
Su trayectoria también incluye su actuación como asesor especializado en la Cámara de Diputados durante el periodo previo a la reforma constitucional en materia de telecomunicaciones y radiodifusión de 2013; pero además, su perfil técnico también lo llevó a la consultoría en entidades internacionales como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, e incluso en 2018 fue parte de la lista de aspirantes a comisionados que el Comité de Evaluación envió al Ejecutivo.
Conocedor de las “tripas” regulatorias del sector telecomunicaciones, Butler llega al IFT a asumir responsabilidades que habían estado en las manos del también economista Víctor Manuel Rodríguez Hilario, y quien desde el pasado 16 de marzo se sumó a los movimientos estratégicos de Juárez Mojica, asumiendo la coordinación ejecutiva del instituto.
En un mercado como el mexicano donde el terreno de juego no se ha logrado nivelar, la imposición de medidas en pro de la competencia efectiva, la adecuada resolución de los desacuerdos de interconexión y de interoperabilidad entre concesionarios, así como el establecimiento de reglas claras en materia de compartición de infraestructura, son tareas en las que no se debe bajar la guardia y Butler será clave.
El nombramiento de este funcionario llega en un momento en el que más que nunca el mercado necesita de un órgano regulador fuerte, capaz de seguir cumpliendo con la ley y hacerla cumplir a toda costa.
En la reciente Convención Nacional de Canieti, Javier Juárez Mojica volvió a centrar su discurso en el “árbitro neutral” para el efectivo cumplimiento de la regulación. El presidente del IFT tiene clara la estrategia, pero también lo adverso del terreno.
En el perverso juego de “a ver quién se cansa primero” que el titular del Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador, está queriendo involucrar al IFT, el temple del presidente del órgano regulador es tan crucial como su habilidad para realizar los movimientos necesarios en el momento oportuno.
Tan es así que además del pase de estafeta en la Unidad de Política Regulatoria, ya se perfilan cambios relevantes en dos unidades más: la de Cumplimiento, cuyo titular desde julio de 2020, es el maestro en Derecho Económico, Luis Gerardo Canchola Rocha y en Concesiones y Servicios, actualmente al mando de Rafael Eslava Herrada, abogado de larga data e integrante del IFT desde su creación en 2013.
A sólo un mes de haber asumido de manera interina la presidencia del IFT, Juárez Mojica está recolocando las piezas con las que seguirá, como él mismo lo ha definido “sin filias ni fobias” su propia brújula regulatoria.
C$T-GM