Imponer criterios de austeridad y redireccionamiento presupuestal bajo el actual escenario global, nunca me pareció más oportuno. Desconozco lo que se haga en su hogar, pero en casa, en tiempos de crisis se gasta menos, las deudas están prohibidas y el dispendio representa un sacrilegio, prudencia que en términos macroeconómicos es poco recomendable, pues según los expertos representa el camino más lejano para lograr la recuperación económica.
Sin embargo, hasta para bolsillos tan conservadores como los de un servidor, tener pocos recursos y no ejercerlos con toda oportunidad, es una mala idea, no solo para una economía familiar, sino aún más, tratándose del presupuesto público, que hoy como nunca, debería optimizarse al máximo en su aplicación.
Faltando solo tres meses para que el ejercicio fiscal 2022 concluya, las dependencias del sector público sólo han gastado 40 por ciento de los 32 mil 334 millones de pesos del presupuesto asignado para atender las necesidad de servicios y productos relacionados con Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), lo que hace suponer que por tercer año consecutivo, habría un subejercicio presupuestal.
De acuerdo con el reporte más reciente de la consultora Select, al tercer trimestre de este año (3T22), las instituciones del gobierno federal habían ejercido sólo 12 mil 903 millones de pesos (40 por ciento del presupuesto total), teniendo un pendiente importante por ejercer de 19 mil 431 millones de pesos, (casi el equivalente a mil millones de dólares).
En 2020 el subejercicio quedó en 8.0 por ciento del total del presupuesto asignado y en 2021, el porcentaje fue menor, sólo de 5.0 por ciento.
Sin embargo, lo inexplicable en este tema es ¿cuál es la razón por la cual tengan que dejarse forzosamente estos recursos para el último trimestre de cada año?. Sería de mucha ayuda que los titulares de las dependencias públicas explicarán por qué en el primer trimestre sólo se canaliza el 10 o 14 por ciento, dejando más de la mitad del presupuesto para su debido ejercicio hasta el último trimestre de cada año.
Otro hecho digno de analizar, es cómo, si cada año no se ejerce la totalidad del presupuesto, se puede justificar que el presupuesto TIC registre un aumento anual promedio del 15 por ciento.
En la administración pasada, conversando con un funcionario de la SCT, hablábamos de la importancia de ejercer al 100 por ciento los recursos presupuestales autorizados para cada año.
“Gastar menos es impensable, pues lejos de significar un ahorro presupuestal, significa que la institución está demandando más recursos de los que necesitaba para operar, lo que en automático impide pedir más dinero para el siguiente año”, fue una explicación que me pareció bastante lógica.
Sin embargo, en el caso del presupuesto TIC, durante los últimos tres años los aumentos anuales han tenido un aumento promedio del 15 por ciento, pese a tener subejercicios presupuestales de 8.0 y 5.0 por ciento. Además esos recursos se gastan en los últimos tres meses de cada año, lo que supone gozar de equipo y servicios actualizados, hasta el último cuatrimestre de cada periodo.
El reporte dado a conocer por los especialistas de Select muestra que de los 12 mil 903 millones de pesos ejercidos, un total de 5 mil 169 millones se canalizaron a la adquisición de servicios TIC; 4 mil 442 a servicios de telecomunicaciones; 2 mil 787 millones a la compra de equipo; 454 millones a la adquisición de consumibles y sólo 51 millones de pesos a la compra de software.
El apremio por ejercer la totalidad del presupuesto TIC en el 4T22 estará en la adquisición de dispositivos y equipo que tiene pendiente un 68 por ciento de recursos por gastar; servicios telecom tiene pendiente 60 por ciento del presupuesto; servicios administrados de centros de datos y Desarrollo de software, así como servicios TIC, 51 por ciento; consumibles 41 por ciento y Software que aunque tiene el mayor porcentaje, 96 por ciento, la cantidad por aplicar es diametralmente menor.
Para 2023, parece que la lógica de que si no gastan el presupuesto autorizado, no deberían de pedir más, tendrá más vigencia, aunque el aumento de 4.0 por ciento, que se tendrá, es decir, 33 mil 643 millones de pesos, sería injustificado, si este año se concluye con el mismo resultado, dejar de ejercer la totalidad de los recursos, lo cual representa todo un dispendio en tiempos de austeridad franciscana.
C$T-EVP