Aunque revisar sin autorización el celular de la pareja constituye una violación a la privacidad, seis de cada 10 personas en México reconocen haber “husmeado” en dispositivos ajenos motivadas por simple curiosidad, sospechas de infidelidad o para instalar una aplicación sin permiso.
De acuerdo con los resultados de una encuesta realizada por Avast, 65 por ciento de quienes accedieron al dispositivo sin que la persona con quien sostiene una relación lo supiera, son mujeres; mientras que 49 por ciento son hombres.
Entre quienes ingresaron al dispositivo de su pareja, más de un tercio lo hizo por curiosidad, 8.0 por ciento porque quería verificar dónde había estado físicamente la otra persona en un momento y lugar determinados y 7.0 por ciento accedió con el fin de instalar una aplicación sin el conocimiento de la o el propietario.
En opinión de Javier Rincón, director regional en LatAm para Avast, estos números pueden parecer bajos, pero pueden plantear un problema importante, psicológica e incluso físicamente, para las personas que son espiadas.
«El derecho a la privacidad o la intimidad se aplica de la misma forma en el entorno físico que en el digital y hay que respetarlo. Tenemos derecho a la no intromisión de externos en nuestro espacio personal”.
El estudio reveló también que el 33 por ciento de las personas entrevistadas que espiaron a la persona con quien sostienen una relación, encontraron evidencia de que sus parejas estaban ocultando algo; incluso, dos de cada cinco pelearon por algo descubierto en el teléfono.
Las galerías de fotos y videos fueron las más visitadas (50 por ciento), seguidas de las plataformas de redes sociales como Facebook o Instagram (46 por ciento) y las aplicaciones de mensajes de texto (40 por ciento).
Un dato interesante es que 36 por ciento de las personas que accedieron a un dispositivo ajeno, conocía el código de acceso porque su pareja se lo dio en algún momento, mientras que un tercio no lo necesitó porque el dispositivo no estaba protegido con alguna contraseña.
En el caso de los teléfonos que sí cuentan con una contraseña, esta herramienta tampoco es problema, pues 19 por ciento de las personas aseguró que la memorizó, el 6.0 por ciento engañó a su pareja para que desbloqueara su teléfono, y el 4.0 por ciento usó la huella digital de la otra persona mientras dormía para poder desbloquear el dispositivo.
Aunque entre muchas parejas está normalizado revisar los mensajes, es importante observar que si no hay consentimiento, se está incurriendo en un tipo de violencia, pues todas las personas tienen derecho a preservar su espacio personal para desarrollarse sin la injerencia de externos, opina Grecia Macías, abogada de R3D: Red en Defensa de los Derechos Digitales.
Ante este panorama, es importante que las personas sean conscientes sobre la importancia de proteger su privacidad digital tomando medidas como las que propone el especialista de Avast:
Protección con contraseña: los códigos de acceso, los patrones y la biometría son como un candado y una llave para teléfonos inteligentes, protegen los teléfonos de que entre cualquier persona que tenga en sus manos el dispositivo, incluidas las parejas románticas.
Bloqueo de aplicaciones: agregue una capa adicional de protección a las aplicaciones al requerir un pin, un código de acceso o un biométrico para acceder a ciertas aplicaciones. Por ejemplo, Avast Mobile Security incluye una función de bloqueo de aplicaciones que permite a los usuarios proteger las aplicaciones con datos confidenciales.
Usa herramientas de seguridad: las aplicaciones de seguridad, como Avast Mobile Security, detectarán aplicaciones como stalkerware y ayudarán a los usuarios a eliminarlas, en caso de que se hayan instalado sin permiso.
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