La tecnología es sin lugar a dudas uno de los desafíos más importantes para cualquier emprendimiento. Así se ha entendido también en Latinoamérica, en los últimos años, con una región que avanza cada vez más hacia una economía digital. Sin embargo, las Pequeñas y Medianas empresas que han comenzado ya este viaje, no pueden dejar de lado el contar con estrategias de ciberseguridad y de protección de datos, para enfrentar cualquier tipo de vulnerabilidad cibernética.
Y es que los riesgos tecnológicos actuales provienen no solo de software malicioso que llega en un correo electrónico o bien dando click en una página apócrifa. Hoy el uso del Internet de las Cosas (IoT), que es una red de objetos físicos que tiene la particularidad de poder conectar e intercomunicar datos con otros dispositivos a través de Internet, bien podría explicar un eventual ciberataque.
Debido a la movilidad empresarial trasladamos la oficina a nuestro hogar con lo cual compartimos datos con un sinfín de aparatos al mismo tiempo. Desde la televisión hasta el refrigerador, pasando por el smartphone, un wearable, la aspiradora y el computador.
El IoT permite tomar mejores decisiones, automatizar actividades y procesos, incrementar la eficiencia, brindar mejor atención al cliente e incluso reducir gastos son algunos de los beneficios que brinda esta tecnología la cual, según datos de Statista, para el 2025 se proyectan cerca de 75 mil millones de dispositivos conectados digitalmente.
Sin duda los beneficios son demasiados como para no considerar su uso en la vida cotidiana y a nivel empresarial; sin embargo, también implica riesgos, uno de ellos es cuando se comparte conexión WIFI con otros aparatos electrónicos se genera un 50 por ciento más de exposición a las empresas de sufrir vulnerabilidad entre sus sistemas.
Con esto tampoco se pretende crear desconfianza con la multifuncionalidad del Internet de las Cosas, que por sí misma es considerada una tecnología adaptable y escalable. No obstante, para evitar consecuencias negativas con su uso es fundamental que las empresas, de cualquier tamaño, cuenten con soluciones que les permitan proteger su integridad y responder oportunamente ante cualquier acción maliciosa.
De hecho, ocho de cada 10 organizaciones ya habrían recibido algún tipo de ciberataque en alguno de sus dispositivos IoT, de acuerdo con el Reporte Ciberseguridad 2020 de la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Una tendencia compartida por al menos un 63 por ciento de los líderes de negocios mexicanos, quienes prevén un incremento de amenazas a sus servicios de nube e Internet de las Cosas, según se indica en la encuesta de PricewaterhouseCoopers México.
Por este motivo, la necesidad de implementar una estrategia de ciberseguridad y protección de datos que garantice confianza digital así como la capacidad de responder ante cualquier vulnerabilidad cibernética es un tema crucial para la supervivencia, especialmente, de las Pequeñas y Medianas empresas. Con un adecuado software de control, con soluciones de seguridad, las empresas pueden ser proactivas respecto a eventuales riesgos y tomar las decisiones adecuadas, antes de que ocurra cualquier problema o ataque.
Al mismo tiempo, se podrían gestionar los dispositivos del ecosistema de IoT, protegiendo así la totalidad de la operatividad de la empresa, manteniendo la confianza con sus clientes. Con ello se descartaría cualquier tipo de amenaza a la privacidad de datos o a la integridad de la empresa.
Un consejo, no hay tiempo que perder.
C$T-EVP