Fabricar celdas solares y medir su eficiencia al generar electricidad puede ser tan fácil como jugar un videojuego; Save Perovskite es una herramienta educativa a la que tienen acceso los alumnos de licenciatura de la UNAM, mediante la que aplican conocimientos de Física, Matemáticas, Química, Ingeniería Eléctrica y Electrónica.
Los investigadores del Instituto de Energías Renovables (IER) de la UNAM fueron quienes desarrollaron el videojuego en el cual un estudiante puede competir contra sí mismo; elegir los reactivos que utilizará, instrumentos y máquinas de fabricación, parámetros de depósito y horneado, entre otros, para luego evaluar su eficiencia con datos reales de celdas creadas por alumnos de postgrado.
Este tipo de actividades se llevan a cabo en un laboratorio al que lamentablemente se le están acabando los fondos económicos para continuar realizando investigación, con el riesgo de que sea clausurado, por lo que para rescatar la inversión deben crear celdas para obtener energía sustentable.
“Se les enseñan los pasos para hacer una celda y van investigando libremente las diferentes variables que hay para mejorar, a fin de obtener una eficiencia cada vez más alta. Hay mensajes motivadores y conforme van superando retos, se les brindan más conocimientos”, señaló Asiel Neftalí Corpus Mendoza, integrante del IER.
La apuesta por nuevas ideas en los procesos educativos es también por las energías renovables, porque se deben considerar escenarios como el incremento en su demanda, por el beneficio contra el cambio climático y el futuro de las nuevas generaciones
México tiene potencial para generar este tipo de energía debido al sol que recibe, incluso mayor que países como Alemania y el Reino Unido, líderes en energía fotovoltaica que implementan mayores cantidades de paneles solares.
“Hace falta apostar por nuevas ideas, no buscar lo que es más barato a corto plazo, sino tener una mejor inversión a futuro. Los precios de la energía solar son muy competitivos. Hoy en día se ha vuelto mucho más barata”.
El nombre del juego se debe a una de las tecnologías fotovoltaicas investigadas en el IER: la Perovskita híbrida, a partir de la cual se realizan celdas solares desde 2008. Se trata de un modelo que utiliza nuevas formas de aprender, proceso que, aseguró, no está peleado con la diversión.
“Es una herramienta útil, principalmente para instituciones que no cuentan con esos espacios para hacer este tipo de dispositivos, pues no es barata la investigación sobre celdas solares y es menos factible que grandes grupos de alumnos puedan acceder a reactivos para fabricarlas. Es una forma de acercarles la experiencia del laboratorio”.
El proyecto ha obtenido recursos tanto del Programa de Apoyo a Proyectos para Innovar y Mejorar la Educación como del Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
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