Definida como el área científica que utiliza las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) para la transferencia de información médica con fines diagnósticos, terapéuticos y educativos, la telemedicina en México brinda esperanza a miles de personas de escasos recursos que enfrentan padecimientos relacionados con el sentido de la vista.
Con la clara misión de “ver por los demás”, la doctora Bethania López Star, directora médica del Instituto Mexicano de Oftalmología (IMO), habla de cómo esta Institución de Asistencia Privada (IAP) sin fines de lucro, ha capitalizado el poder habilitador de la tecnología para generar un cambio social que impacta en la realidad individual de los pacientes, pero también en la colectividad.
“Definitivamente la telemedicina llegó para quedarse. Nos permite acercarnos a las personas, sobre todo en este instituto donde nos interesa mucho la salud pública ocular. Nuestra misión es disminuir la ceguera en nuestra población, para nosotros es muy importante porque podemos acercar nuestra tecnología a personas que por otro medio no podrían tener acceso a la oftalmología”.
Desde sus inicios, la telemedicina se concibió como una práctica ideal para facilitar el acceso a los servicios de salud desde lugares remotos, como un soporte a los equipos médicos en situaciones de emergencias y desastres, así como un medio para la entrega de recursos diagnósticos o incluso capacitación especializada.
Sin embargo, la pandemia redimensionó el valor de esta práctica médica, que en el caso del IMO se implementa desde hace año y medio en los Centros de Visión que ya han atendido a distancia a más de 5 mil 500 personas que de otra forma no hubieran tenido acceso a atención oftalmológica. La lejanía, dificultad para enfrentar los costos y falta de información, son las principales barreras.
“En oftalmología tenemos la gran fortuna de que muchos de nuestros diagnósticos son a través de imágenes; es decir, viendo la imagen de un paciente podemos emitir diagnósticos. La pandemia trajo muchas cosas malas pero dejó estos nichos en los que podemos avanzar más. Podemos ser más aceptados tanto por los pacientes como por la industria que empezó a hacer investigación de nuevos equipos que nos darán mejores formas de abordar a los pacientes”.
Cuando un paciente asiste a un Centro de Visión del IMO, responde un cuestionario que permite al personal conocer el motivo de la consulta, posteriormente se le toman imágenes del ojo, una de ellas es una tomografía que permite visualizar todas las capas.
“Somos el único sitio en el que en una consulta de primera vez, aunque vaya el paciente por una cosa mínima como una conjuntivitis u ojo rojo, que hace un estudio en el que se pueden ver todas las capas del ojo. Esto permite detectar patologías que no habían generado sintomatología de enfermedades como glaucoma o las asociadas con la diabetes. Hemos diagnosticado a personas que tienen diabetes y no se habían dado cuenta”.
Tras la toma de imágenes, la persona operadora se pone en contacto con el oftalmólogo que está en el IMO sede y le envía todas las imágenes y la historia del paciente a través de su sistema de expediente electrónico.
A través de una videollamada, el oftalmólogo del IMO sede observa las estructuras del ojo del paciente como si lo estuviera atendiendo directamente; con base en esto, el médico toma su decisión, sabe cuál es el diagnóstico y propone un plan.
Mediante la práctica de la telemedicina, los especialistas del instituto pueden resolver en 70 por ciento de los casos la patología o el motivo de la visita; el 30 por ciento restante, se trata de pacientes cuyos padecimientos son más severos o que se requieren más estudios para determinar la situación.
Aunque la aceptación de los pacientes para recibir atención oftalmológica a distancia es clara y se refleja en una demanda altamente constante, el IMO se preocupa por la forma en que las personas perciben los servicios y cómo se sienten cuando son tratados por especialistas que no están físicamente a su lado.
“Esta es una parte muy importante y por eso hacemos mucho hincapié al oftalmólogo que está en el IMO que se presente vía videollamada y le explique al paciente que está revisando todos sus estudios y que lo está valorando como si estuviera en el IMO central y que si tiene una patología que lo requiera, tendrá que acudir al IMO”.
Aunque la influencia geográfica del IMO se encuentra en el estado de Querétaro, donde opera tanto en su sede como mediante dos Centros de visión ubicados en Jalpan de la Sierra, San Juan del Río y próximamente uno en Santa Rosa Jáuregui, el impacto del instituto con más de dos décadas de existencia, es claro en el Bajío mexicano.
“Estamos por abrir Santa Rosa Jáuregui, en un futuro no muy lejano probablemente se abran Cadereyta y San Miguel de Allende. Tenemos muchos pacientes que no solamente están en Querétaro, sino que se desplazan desde Hidalgo, Guanajuato, San Luis Potosí, y Estado de México e incluso de la Ciudad de México. Nuestro objetivo es ir abriendo centros de visión en lugares estratégicos para que no se tenga que dar este desplazamiento”.
Cuando la agudeza visual de una persona disminuye de manera importante debido a enfermedades como el glaucoma o la retinopatía diabética, se genera un alto costo social, emocional y económico.
“Esto habla de la importancia de diagnosticar y tratar de manera temprana las enfermedades, que es lo que queremos hacer con la telemedicina y con la aplicación de tecnologías como la Inteligencia Artificial. El costo-beneficio puede ser alto para una institución pero cuando una persona puede seguir siendo independiente, que pueda seguir aportando a su familia, a su comunidad y a su país, eso nos paga y mucho”.
En la actualidad, el 10 por ciento del total de consultas que realiza el IMO se otorgan a través de la práctica de la telemedicina e involucrando el uso de alta tecnología que permite a los pacientes evitar traslados largos y costosos.
“El costo es 150 pesos por la consulta, esto incluye todo, desde la toma de imágenes, el OCT (Tomografía de Coherencia Óptica) que es un gran apoyo para los pacientes porque en otros lugares este sólo estudio puede ir desde los mil 500 pesos hasta los 3 mil pesos”.
IMOBus, acción médica en movimiento.
Desde hace siete años, el IMO recorre escuelas y centros de atención a adultos mayores para materializar de a poco el sueño de reducir al máximo el número de personas que ven afectados aspectos importantes de su vida como el aprendizaje, la socialización y la independencia.
El inicio de la pandemia en 2020 provocó la interrupción de las jornadas de trabajo de las unidades móviles del IMO a través de las cuales se ejecutaban hasta dos campañas diarias y se llegaba a revisar hasta 100 personas; un ritmo que se espera retomar en breve.
La doctora Bethania López Star refiere que entre las causas de disminución de agudeza visual prevenibles se encuentran las cataratas, el glaucoma y las ametropías, es decir, el padecimiento que necesita el uso de lentes graduados para enfrentar miopía o astigmatismo.
“Por la falta de recursos o por el desconocimiento, las personas no usan lentes con los cuales puedan mejorar su visión, o no saben que las cataratas se pueden operar. Como sabemos en México, la diabetes tiene una alta prevalencia y la falta de una revisión adecuada puede derivar en el desarrollo de lesiones dentro de la retina, pero si se detectan a tiempo, se puede iniciar un tratamiento para evitar que avance rápido”.
Inteligencia Artificial al servicio de la salud.
La medicina es uno de los mejores ejemplos para hablar de la transversalidad de la tecnología. Tan es así, que la Inteligencia Artificial (IA) ofrece cada vez más áreas de oportunidad en términos de desarrollo de aplicaciones, innovación y beneficios tangibles para la población.
“Hace algunos años, no nos podríamos imaginar que tuviéramos que tener contacto con ingenieros en IA o con especialistas en mecatrónica. Tenemos que estar muy abiertos a todos los cambios que se están dando y ver cómo nos pueden ayudar. Puede haber muchas grandes ideas, pero lo importante es que se puedan aplicar a nivel clínico”.
Para la doctora Bethania López Star, la colaboración es un aspecto clave en el área médica pues en la medida que la comunidad tecnológica y la médica unan conocimiento, esfuerzo e ideales, la revolución digital se materializará en el poderoso vínculo para cumplir la misión que dio vida al IMO: Ver por los demás.
C$T-GM