El ecosistema fintech latinoamericano, integrado por 2 mil 482 plataformas que representan el 22.6 por ciento del total de este tipo de firmas que operan a nivel global, está generando un fuerte interés entre la comunidad inversionista que observa el potencial de este mercado en términos financieros y sociales.
En el informe “Fintech en América Latina y el Caribe”, el BID y Finnovista refieren cómo los emprendimientos financieros de base tecnológica en la región han despertado el apetito de inversión de los fondos de capital emprendedor o de riesgo (venture capital).
“Según los datos de la Asociación de Capital Privado de América Latina (LAVCA, por sus siglas en inglés), el sector de servicios financieros, liderado por fintech, fue el sector que lideró el número de inversiones de venture capital y que acaparó 39 por ciento del monto invertido en la región en 2021 (LAVCA, 2022)”.
Por otro lado, se observan nuevas tendencias en estos últimos años, en particular, la consolidación de un modelo diferente de financiamiento a emprendimientos fintech: la deuda de riesgo (denominado en inglés como venture debt o venture lending).
Este tipo de financiamiento suele complementar rondas de inversiones de capital (equity venture capital) y su atractivo principal reside en el hecho de que, a diferencia del crédito bancario, la deuda de riesgo puede ser una opción viable para empresas que aún no cuentan con activos como colateral o un flujo de caja positivo.
“En otras palabras, se trata de inyecciones de financiamiento para el crecimiento, pero asumiendo el riesgo bajo la óptica de capital emprendedor y con enfoque a empresas de base tecnológica”.
En términos generales, la deuda de riesgo como modelo de financiamiento a emprendimientos se encuentra en el punto medio entre el venture capital y la deuda tradicional.
El documento ilustra con varios ejemplos la consolidación de la deuda de riesgo como una opción más de financiamiento para emprendimientos fintech en América Latina: desde firmas boutique como ArcLabs (Contxto, 2019), que invirtió en el banco digital mexicano Klar en 2019, hasta bancos de inversión como Goldman Sachs (LAVCA, 2019), que destinó capital ese mismo año en la fintech de créditos Konfío una cifra que, a inicios de 2021, se vio incrementada.
“El Grupo BID no se ha quedado atrás, ya que BID Invest, su brazo de inversión en el sector privado, creó un fondo de 15.24 millones de dólares llamado Latin America Venture Debt Growth Fund (BID Invest, 2019). Asimismo, ha invertido en el Fondo de Crédito Fintech de Victory Park Capital Advisors, LLC, con el fin de apoyar a las fintech de la región”.
De acuerdo con estimaciones de LAVCA, el sector fintech en la región captó al menos 6 mil 093 millones de dólares en 2021, lo que representa 39 por ciento del monto total de capital invertido, cifra que se ubica en 15 mil 736 millones de dólares (LAVCA, 2022)”.
Esto indica que el sector fintech en la región continúa consolidándose gracias a inversiones significativas y fondos dedicados, así como a la aparición y crecimiento de nuevos emprendimientos.
“La comunidad de inversionistas internacionales que están evaluando oportunidades de inversión en América Latina voltean a ver especialmente al sector fintech. En línea con lo anterior, CB Insights en su informe State of Fintech Global 2021 ilustra que el fondeo en el sector fintech en América Latina alcanzó más de 300 acuerdos de financiamiento, principalmente con empresas recién fundadas”.
A pesar de la crisis social y económica provocada por la pandemia, las inversiones han seguido impulsando los segmentos de préstamos, bancos digitales, al igual que pagos y préstamos.
Y aunque las principales rondas siguen concentrándose en empresas de los dos grandes mercados de la región, Brasil y México, a partir de 2020 se observa que éstas están llegando a empresas de otros países más pequeños, como Chile o Ecuador.
Los datos más recientes muestran que en América Latina ya existen 2 mil 482 plataformas fintech, que equivalen al 22.6 por ciento de las 11 mil empresas de este tipo que operan a nivel global, siendo México y Brasil los mercados más grandes al sumar a más de la mitad de empresas de tecnología financiera.
“El ecosistema fintech en América Latina sigue creciendo rápidamente, manteniendo el dinamismo del pasado. Se observa un crecimiento sostenido en todos los segmentos y en el número de emprendimientos activos desde la última medición en 2018, acompañado de una progresiva madurez del sector”.
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