“Congreso no debe legislar sobre un tema técnico”: Michel Hernández.
Las ofertas “zero rating” o tasa cero, que permiten el acceso a determinado tipo de servicios, contenidos y aplicaciones sin tener que pagar por el uso de datos, representan importantes beneficios para la población y pueden cumplir una función social clave en la reducción de la brecha digital en países que están en vías de desarrollo como México.
“La principal característica del zero rating es el acceso a redes sociales de forma ilimitada o con un número de Mb para consumir específicamente en eso, además de los que tenemos para navegación libre”, explicó Lorely Ochoa, directora general de Desarrollo de las Telecomunicaciones del IFT.
En 2020, el 85 por ciento de los planes de telefonía móvil vigentes consideraba un esquema de servicio con aplicaciones patrocinadas, es decir, “zero rating”; además, entre 2019 y 2020 se registró un incremento en los planes que ofrecen datos ilimitados en general.
“Esto nos dice que es una vía importante para los usuarios para poder estar conectados y sobre todo en un país que tiene tantas disparidades y diferencias socioeconómicas e incluso de cobertura. Es una forma de irse incorporando a esta nueva economía digital”, expuso la funcionaria en un taller ofrecido a los medios de comunicación.
En opinión de Lorely Ochoa, en la medida que cada vez haya más planes que dan datos ilimitados, el “zero rating” se volverá irrelevante, pues ya no será una vía de los operadores para diferenciarse; sin embargo, en lo que se llega a ese punto, no se puede dejar de reconocer que las ofertas de este tipo tienen beneficios importantes para la población.
Entidades multilaterales como la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), añadió, han analizado el efecto positivo de estas ofertas de tasa cero y cómo pueden cumplir con una función social relevante en el objetivo de reducir la brecha digital en países en vías de desarrollo.
Los lineamientos sobre la gestión de tráfico y administración de red aprobados por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) establecen que al proveer servicios de internet, los operadores deberán garantizar el acceso a los contenidos, aplicaciones y servicios disponibles en internet, por lo que no podrán poner a disposición de los usuarios finales ofertas que fragmenten el internet, es decir, que den acceso sólo a un subconjunto de los contenidos.
La restricción que existe para evitar la fragmentación de internet es que si un operador va a ofrecer datos para navegación libre e incluye datos ilimitados para una o dos redes sociales y tiene vigencia de tantos días, al terminarse ésta el usuario ya no puede tener acceso si no recarga o tiene un nuevo plan.
“Se acaba la vigencia del plan y se cierra la puerta completa porque es la única forma de garantizar que no tengamos una fragmentación de internet, así ha ocurrido y la idea es permitir que esto siga evolucionando”.
Para especialistas como Michel Hernández, director general de Observatel, al facilitar prácticas como la tasa cero, el IFT efectivamente reafirma diversos objetivos de política pública y apuesta porque sean un medio para favorecer la adopción de servicios de internet.
“En esto del zero rating, hay jurisdicciones que lo permiten y otras que no, México en este caso el IFT toma esta decisión. Me parece arriesgada y se aleja de la esencia de un principio como la neutralidad de la red, pero entiendo los razonamientos del instituto”.
Y es que, añadió, la teoría dice que cuando estas prácticas se permiten, los operadores tienen mayores incentivos para discriminar ciertas aplicaciones y servicios; situación que el instituto busca resolver estableciendo que los proveedores de servicios emitan una especie de oferta aplicable para quien busque el patrocinio para subir su servicio gratis.
Sin embargo, no todos los proveedores de contenido, aplicaciones y servicios están igual de posicionados que las grandes empresas como las que poseen redes sociales muy populares para igualar estas ofertas de zero rating.
En torno a la posición que organizaciones como R3D que han expresado argumentos como que sea el Congreso la autoridad que legisle para proteger la neutralidad de la red, Michel Hernández dijo no coincidir con ello, pues se trata de un tema técnico que debe analizarse desde diferentes perspectivas.
“En el Congreso se discute sobre la base de ideologías, y este es un tema evidentemente técnico desde el punto de vista, no sólo ingenieril y económico, sino de política regulatoria. Esta última legislatura demostró que no le interesa el análisis de fondo y que las discusiones se basan en lo ideológico, sin importar las consecuencias y los efectos secundarios”.
Sobre los amparos que podrían interponerse en contra de los lineamientos sobre la gestión de tráfico y administración de la red que entrarán en vigor una vez que sean publicados en el Diario Oficial de la Federación (DOF), Hernández recordó que en los actos del instituto no procede la suspensión provisional, por lo que hasta que se resuelvan dichos recursos, la política estará vigente.
“Estos lineamientos se alejan de un grado mayor que es deseable en el principio de neutralidad de la red y estarán sujetos a muchas interpretaciones y será importante seguir el debate y el análisis sobre si esto es lo mejor para la innovación y la pluralidad de servicios y la competencia”.
C$T-GM