En su más reciente publicación, analistas de Swis Re Institute, destacan que la economía global puede estar entrando en un nuevo periodo prolongado de altos precios de las materias primas, proceso que en la década de 2000 ayudó al crecimiento de América Latina, pero que bajo las actuales condiciones de alta inflación propiciará un crecimiento económico “mediocre” para América Latina en 2022.
“Los altos precios de las materias primas suelen impulsar el crecimiento en América Latina. Esta vez, sin embargo, un contexto de alta inflación, condiciones financieras más estrictas y una elevada incertidumbre política probablemente superen los efectos positivos y esperamos que 2022 sea un año de crecimiento económico mediocre”, destacaron Fernando Casanova y Caroline Cabral, Economistas Senior de la institución financiera.
Indicaron que la perspectiva de crecimiento actual es muy diferente del super ciclo de materias primas de la década de 2000, que fue impulsado por una fuerte demanda china para respaldar el crecimiento de la infraestructura y la fabricación.
Bajo el contexto actual los analistas decidieron elevar sus proyecciones de inflación para las principales economías de la región y revisar a la baja su pronóstico de crecimiento del Producto Interno Bruto agregado de este año para América Latina, el cual pasó de 2.6 a sólo 2.1 por ciento.
“La anticipada 1) desaceleración del crecimiento global; 2) presiones inflacionarias adicionales por precios más altos de las materias primas; 3) huida a la seguridad de los inversores; y 4) el aumento de las tensiones geopolíticas y comerciales son obstáculos que se suman a la evolución ya adversa de la inflación y las tasas de interés, legado de las respuestas de política monetaria a la pandemia de COVID-19”, explicaron.
Las expectativas de inflación en todas las principales economías están por encima del objetivo y es probable que las tasas de interés continúen aumentando a medida que la Reserva Federal de EU (Fed) continúe endureciendo las condiciones monetarias. México puede ser el más reactivo a estas decisiones dado la estrecha vinculación que tiene su ciclo financiero con la economía estadounidense.
Altos precios de materias primas a nivel mundial suelen generar un impulso de crecimiento favorable en América Latina, debido que los países de esta región son exportadores netos de estos productos que se benefician de intercambios más favorables y ganancias extraordinarias para sus ingresos fiscales.
Chile y Perú dependen en gran medida de los metales; México, Colombia y Brasil tienen una gran exposición al petróleo, y la región en su conjunto es exportadora neta de bienes agrícolas.
“Esta vez, sin embargo, creemos que las condiciones económicas subyacentes y las incertidumbres políticas mencionadas anteriormente superarán los efectos positivos en el crecimiento de los altos precios actuales de las materias primas”, advirtieron los especialistas de Swis Re Institute.
Los analistas anticipan que el riesgo de recesión aumentó, “sobre todo en Brasil, que se desliza hacia el territorio de la estanflación”. En este mercado la inflación “promediará alrededor del 9.0 por ciento este año y el crecimiento se mantendrá plano”.
Se prevé que el desarrollo inflacionario propicie respuestas de políticas como recortes de impuestos y subsidios en algunos países como Brasil, México y Argentina, con el objetivo de limitar el aumento de precios en artículos clave para el Índice de Precios y Cotizaciones (gasolina y alimentos básicos).
“Tales acciones de apoyo fiscal vendrían en un momento de finanzas públicas ya estresadas. Además, el entorno inflacionario de los últimos 12 meses ha empujado a los bancos centrales a salir de lo que había sido un largo período de política monetaria acomodaticia más rápido de lo esperado, y el ajuste será el tema general para el próximo año”.
Los países de América Latina tienen espacio fiscal muy limitado e impulsar políticas de gasto aumentaría las presiones inflacionarias ya elevadas. Acciones prudentes sería utilizar el exceso de ingresos, si los hubiera, para pagar los elevados niveles de deuda provocados por la pandemia, aunque poco resolverán los problemas fiscales existentes, debido a la alta informalidad económica, la evasión de impuestos y el gasto público ineficiente.
C$T-EVP