La relevancia del talento como activo de una empresa suele pasar desapercibida, pero es una realidad que las personas son en el ADN de los servicios, productos y actividades que una compañía ofrece al mercado y en consecuencia impactan directamente en la satisfacción de los clientes, e incluso, en la solución de retos sociales, como cerrar brechas digitales.
Los equipos diversos e inclusivos impulsan el rendimiento y la innovación y generan mayor valor dentro y fuera de la empresa. Abrazar la diversidad permite que cada una de las personas que integran una empresa sepan que sus ideas y perspectivas son valiosas y que contribuyen a una resolución de problemas más integral.
En el caso de los sectores tecnológicos y las telecomunicaciones esta diversidad y escucha permite desarrollar soluciones que impactan positivamente en la sociedad: desde el despliegue de infraestructura para llevar internet a lugares remotos, hasta aplicaciones tecnológicas en el sector salud, educación e industria.
Invenciones como el Bluetooth fueron desarrolladas por “intraemprendedores”, personas que inventan nuevos productos o soluciones dentro de una empresa. Por eso es necesario fomentar el espíritu de los intraemprendedores y generar espacios donde puedan compartir ideas audaces para transformar el negocio y a la sociedad.
A pesar de lo anterior, el talento humano es escaso, especialmente en las áreas relacionadas con STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés). Según datos PageGroup, el 48 por ciento de las vacantes relacionadas con el sector de tecnologías de la información no pueden ser cubiertas por falta de profesionales; en contraste, 3.5 millones de profesionales con capacidades en STEM serían demandados en América Latina para 2025.
Además, se requiere ampliar el número de mujeres en estas disciplinas. Nuestra meta como organización es aumentar la representación de mujeres a un 30 por ciento al 2030, contra un 22 por ciento actual. Para lograrlo, son necesarias estrategias de involucramiento en universidades, ofrecer en todo momento un lugar de trabajo seguro, y fortalecer de manera permanente las políticas y programas internos en las empresas.
Igualmente se enfrenta el reto de la alta rotación del talento. Los profesionales STEM permanecen en promedio entre 6 y 15 meses en las empresas.
Este contexto vuelve urgente generar un ambiente laboral que permita atraer y mantener a los colaboradores. Ericsson se ha enfocado por más de un siglo a la mejora constante de su cultura adaptándola a las necesidades de la comunidad, lo que recientemente le valió la certificación Great Place To Work en México.
Seguiremos apostando por desarrollar y atraer el mejor talento que nos permita mantener nuestro ritmo de innovación basado en el bienestar y satisfacción de nuestros colaboradores, lo que se traduce también en el bienestar de nuestros clientes y de los usuarios.
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