Brinda certeza a las inversiones/strong>
La puesta en marcha del T-MEC ofrece además de amplias oportunidades de intercambio comercial para los productores y la industria nacional, “nos acerca a un terreno de juego más parejo y de competencia efectiva, al contar con disposiciones nuevas y actualizadas destinadas a resolver los denominados desafíos comerciales del siglo XXI, lo que favorecerá también a otros sectores relevantes para la economía como son las telecomunicaciones.
México tiene como ventaja, en comparación con otros países de América Latina, una excelente integración comercial con el norte del continente, a través del denominado acuerdo comercial T-MEC, que representa el “esfuerzo de acercarnos a un terreno de juego más parejo hacia la competencia efectiva, así como contar con un regulador técnicamente sólido e independiente”.
Mónica Aspe Bernal, CEO de AT&T México destacó que el T-MEC es relevante también en términos de brindar certidumbre para las inversiones extranjeras, en industrias intensivas en capital y largos periodos de retorno de los flujos de capital ejercidos.
“México tiene una gran oportunidad de continuar construyendo marcos de políticas públicas legales y regulatorias que promuevan el tipo de inversión necesaria para ser un líder mundial en 5G. Esto preparará el camino para que las empresas mexicanas y los consumidores participen activamente en la revolución digital, que será el gran catalizador para la recuperación económica y el crecimiento en los años por venir después de la pandemia”, explicó.

La ejecutiva destacó que AT&T presenta liderazgo a nivel global en materia 5G: sin embargo, en México más que seguir un calendario para integrar esta tecnología la firma esperará a que el mercado madure y las condiciones sean las adecuadas para iniciar el despliegue de esta infraestructura, “mientras nos preparamos para ese momento”, aseguró.
En América Latina la industria de telecomunicaciones ya prepara una nueva generación de tecnología móvil, que de acuerdo al Foro Económico Mundial tendría un impacto de 13 trillones de dólares en valor económico global hacia el año 2035 y aportará 22 millones de empleos a la cadena de valor global 5G.
Sin embargo, es necesario esperar que los mercados estén listos, “es decir, cuando existan casos de uso que permitan que los usuarios aprovechen este tipo de redes, porque su despliegue requiere enormes inversiones”.
“Nuestra experiencia en la implementación de tecnologías nos dice que si las traemos antes de la maduración del mercado, lo que sucede es que podemos correr el riesgo de encarecer el servicio, debido a que son enormes las inversiones a ejercer”, argumentó.
Al participar en la conferencia virtual “Construyendo el futuro”, organizada por la GSMA, Aspe Bernal expuso tres condiciones de las que en su opinión dependerá el desarrollo del 5G en América Latina.
Primero, generar condiciones para que los operadores puedan enfrentar las enormes inversiones que exigirá este proyecto, pues los requerimientos de operación exigen el despliegue abundante de espectro y antenas, por lo que es indispensable garantizar certidumbre a la inversión privada y un ambiente de competencia efectiva, sin faltar la intervención de un regulador independiente.
Como segundo punto, es imprescindible eliminar barreras a la entrada del mercado, tales como altos costos en materia de espectro radioeléctrico. En México, este insumo básico es más caro que a nivel internacional, por lo que hace falta asignarlo a costos que permita a operadores habilitar proyectos financieramente sostenibles.
Como tercera condición, no menos importante, está el facilitar el despliegue de infraestructura, a través de la simplificación de trámites a nivel local (en estados y municipios) así como a nivel federal, pues en la práctica actual enfrentar distintos criterios y regulación ha encarecido y dificultado el despliegue de tecnologías 4G, por lo que mantener esta condición sólo retrasaría los proyectos 5G.
“Además, en el caso de México, el mayor porcentaje de fibra está en manos de un solo operador preponderante, que ha evadido la regulación para no compartirla con sus competidores… La alta concentración en el mercado y la falta de acceso a infraestructura ha hecho más difícil sostener la operación de operadores que compitan en el mercado mexicano con su propia infraestructura”.
Carecer de reglas de competencia y compartición de infraestructura efectiva ha propiciado que los mismos operadores que han tenido un desempeño exitoso en otros mercados, en lo doméstico no lo han logrado; pese a estas condiciones AT&T llegó a México “no para quejarnos, sino para innovar y ganar en el mercado”.
C$T-GM