El Ifetel debe programar el apagón con cuatro semanas de anticipación
Para que el Ifetel tenga tiempo suficiente de ordenar el apagón analógico a nivel nacional, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) deberá notificarle en los últimos días de noviembre que se alcanzó al menos 90 por ciento de penetración digital en los hogares más pobres del país.
Adolfo Cuevas, integrante del Pleno del Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) señaló que “para que el apagón sea el 31 de diciembre en el resto del país, la SCT tendría que enviar la información cinco semanas antes para que podamos procesarla, tener un Pleno y acordar con las cuatro semanas de antelación que se requiere”.
De acuerdo con lo establecido en la política de transición a la televisión digital, el órgano regulador y los concesionarios disponen de cuatro semanas para informar a la población sobre la fecha y hora determinada para el cese de las transmisiones analógicas de las estaciones señaladas.
“No prevemos los comisionados ordenar con menos de esa antelación un apagón porque comprometeríamos la viabilidad de que los operadores estén preparados y que la información suficiente llegue a las audiencias”.
El funcionario precisó que si bien la SCT aún no entrega la información relativa a la penetración de televisores digitales en diversas áreas de cobertura, entre ellas en la zona del Valle de México y el Bajío, la expectativa es cumplir con el mandato constitucional de realizar el apagón analógico a más tardar el próximo 31 de diciembre.
“Si SCT nos entrega la información entera y no hay un cambio de los que se han hablado en la Constitución o en ley, nosotros estaríamos ordenando el apagón hacia el 31 de diciembre para el resto del país en algún momento de noviembre”.
Cuevas enfatizó que en el Pleno del instituto “no he encontrado un solo comisionado, y me incluyo” que esté a favor de volver a encender las señales analógicas que ya se apagaron hasta la fecha.
En ese sentido, la propuesta de algunos legisladores de postergar hasta un año el cese definitivo de las transmisiones analógicas de la televisión abierta, dijo, significa incurrir en graves retrocesos en términos de inversión del Estado y beneficio para las audiencias.
“Sería un enorme desperdicio de recursos públicos, más de 20 mil millones de pesos invertidos, miles de horas mujer-hombre para la entrega de televisores, creemos que es quizá el punto más bajo de las iniciativas presentadas”.
C$C-GM