Gobiernos deben anteponer beneficios socioeconómicos.
En los países latinoamericanos en desarrollo, los altos precios altos del espectro radioeléctrico representan un obstáculo para las inversiones en nuevos servicios y tecnologías y, por lo tanto, un factor disuasorio para incrementar la penetración del internet móvil; dos elementos que impactan en forma directa y negativa a los usuarios.
En el informe Fijación de los precios del espectro en países en desarrollo, la GSMA señala que en promedio, los precios de este insumo clave en la industria móvil son tres veces más altos que en los países desarrollados.
Refiere que con 3.8 mil millones de suscriptores en países desarrollados, la tecnología móvil se ha convertido en la forma de comunicación más popular y extendida; sin embargo, en 2017 se contabilizaron en países en desarrollo 2.3 mil millones de personas que no utilizan servicios móviles y 3.9 mil millones que carecen de acceso a internet móvil.
«Proporcionar conectividad a la población desconectada y cerrar la brecha digital son objetivos de política clave para la mayoría de los países en desarrollo. Es importante que los gobiernos prioricen las adjudicaciones eficientes del espectro que aumentan la penetración de los servicios móviles y sus beneficios socioeconómicos».
El estudio, desarrollado por GSMA Intelligence, halló además que los gobiernos desempeñan un rol activo al aumentar los precios del espectro, pues al maximizar los ingresos públicos, hay una relación entre precios altos y coberturas deficientes, y servicios de banda ancha más costosos y de menor calidad.
Algunas de las decisiones de políticas que el estudio destaca como resultantes en altos precios del espectro en los países analizados son: fijar precios altos en las asignaciones administrativas, fijar precios iniciales altos en las subastas (precios de reserva), elevados cánones anuales, limitar artificialmente la cantidad de espectro licenciado disponible, no tener una hoja de ruta clara del espectro y establecer reglas deficientes en las subastas.
Al respecto, Sebastián Cabello, director de América Latina de la GSMA recordó que durante mucho tiempo el éxito de las licitaciones de espectro se juzgaba en términos de los ingresos que se podían obtener en lugar de considerar los beneficios socioeconómicos de conectar a más personas.
«Las políticas de espectro que inflan los precios y se focalizan en las ganancias a corto plazo, son incompatibles con los objetivos compartidos de ofrecer servicios de banda ancha de mejor calidad y más asequibles».
Las políticas de fijación de precios actuales limitan el crecimiento de la economía digital y dificultan más aún la reducción de las desigualdades y el aumento de la productividad que tiene efectos muy importantes sobre el bienestar de las personas.
En ese sentido, Pau Castells, director de Análisis Económico de la GSMA Intelligence, opinó que si los operadores móviles no logran un acceso asequible y predecible al espectro, quienes más sufrirán serán los consumidores.
En opinión del directivo, los operadores no pueden seguir haciendo erogaciones cuantiosas por uso del espectro cuando los ingresos y las ganancias esperadas son mucho menores, lo cual plantea desafíos para las inversiones en redes en un momento en que las políticas deberían estimular el desarrollo del sector móvil, para maximizar los beneficios que puede ofrecer a todas las personas.
El estudio analiza, más de mil asignaciones de espectro en 102 países (incluyendo 60 países en desarrollo y 42 países desarrollados) realizadas entre 2010 y 2017, con lo cual se ubica como el mayor análisis de la historia sobre la fijación de los precios del espectro, así como de los potenciales impactos para los consumidores.
C$T-GM