Aunque la digitalización es un elemento importante para la recuperación de la crisis de COVID-19, es necesario considerar la conectividad, la cual depende de políticas públicas y modelos que acompañen el objetivo de los despliegues, así como estrategias para que la población adopte la digitalización y, además, se revierta la brecha de conectividad rural.
“De acuerdo con informes de la GSMA hay alrededor de 7.0 por ciento de la población de América Latina que viven en zonas donde al día de hoy no hay cobertura. Ese porcentaje no parece muy alto, pero cuando pensamos que son 45 millones de personas nos damos cuenta que es una cifra muy importante”, alertó Ana Valero, directora de Política Regulatoria de Telefónica Hispanoamérica.
En el foro virtual Summit País Digital, al abordar el tema “El cierre de la brecha digital, un objetivo de todos”, resaltó que no se debe pasar por alto que en la base de la digitalización está la conectividad, la cual aunque es una condición necesaria, no es suficiente.
Según el informe de principios de año de GSMA, “la cifra de 240 millones o 38 por ciento de la población de América Latina, que viven en zonas con cobertura aún no usan internet, lo cual me parece una cifra todavía más importante”.
Si bien reconoció que hay coincidencia en que el cierre de la brecha digital en las zonas donde no hay conectividad es un tema prioritario y urgente para todos los gobiernos, “lo que no estamos viendo, desde la perspectiva de los operadores, es políticas públicas que efectivamente estén siendo capaces de ayudar a facilitar el desarrollo de los despliegues y la adopción de la digitalización”.
Al exponer el caso de Chile, Valero destacó que ese país sudamericano ha avanzado mucho más que otras naciones de la región en el cierre de la brecha de conectividad rural, pero aún tiene un largo trecho por recorrer, pues sigue habiendo un gap de 23 puntos porcentuales de la penetración de internet entre los usuarios urbanos y los rurales.
En ese sentido, el reto que ve Telefónica, además de acciones y políticas es que hace falta pensar en una aproximación distinta, una que permita garantizar la llegada de la conectividad y por ende de la digitalización en las zonas rurales, caracterizada por tener costos muy elevados para llevar la prestación de servicios, falta de infraestructuras para el transporte e incluso de otras básicas.
El modelo Internet para Todos, innovador en el sentido de utilizar Inteligencia Artificial para prevenir fallas en la red y Big Data para la planificación de la red; también es abierto pues facilita la participación de distintos agentes; y colaborativo, con la suma de esfuerzos públicos y privados.
Aplicado en Perú, el modelo está obteniendo buenos resultados en el cierre de la brecha digital, pues en 24 meses de operación se han instalado más de mil 600 sitios 4G, en beneficio de 11 mil 500 poblaciones cubiertas y más de 2.2 millones de personas, y en la que se instaló una escuela para permitir a la gente acceder a los beneficios de la digitalización, que es lo relevante, agregó.
Sin embargo, Valero admitió que conforme se avanza el despliegue surgen retos cada vez más importantes, pues la complejidad de las áreas sin cubrir va aumentando, debido a la escasez de infraestructura de soporte, ya sea de energía eléctrica y rutas para el transporte de fibra óptica, por ejemplo; barreras como los permisos para la instalación de una antena, así como la falta de habilidades digitales y casos de uso relevante, para que los pobladores “se suban al mundo digital”.
“Acelerar el cierre de la brecha digital es una prioridad en todos los países. Es un proceso urgente, pero es necesario poner todos los medios y todos los esfuerzos unidos para avanzar rápidamente, pero no hay una solución única e infalible para el cierre de la brecha. Pensamos que hay distintos modelos”.
Por ello, insistió en que las políticas públicas son clave para fomentar nuevos modelos, que tengan nuevos enfoques para la extensión de los servicios en zonas rurales. Los modelos con foco en la innovación y que fomenten la colaboración entre todos los agentes, tanto públicos y privados, son los que pueden funcionar mejor, ya que los modelos tradicionales no son suficiente.
C$T-GM