Pensamiento crítico y creatividad son fundamentales: BID.
Transformar la educación hacia la revolución digital paradójicamente no requerirá sólo de habilidades digitales, como quizá muchos pensarían, sino de innovación para un cambio de currícula que impulse a las niñas, niños y jóvenes de América Latina y el Caribe a tener un futuro equitativo tanto en lo académico como en lo laboral, que sea el motor que impulse el desarrollo de la región amenazada por la pobreza y brechas que se han pronunciado con la pandemia.
“La cuestión ahora no es sólo (saber) por qué necesitamos una nueva educación, sino cómo pasamos de la educación remota híbrida de emergencia, que hemos tenido que poner en marcha durante la pandemia, a la transformación permanente de los sistemas educativos”, destacó Mercedes Mateo Díaz, especialista en educación en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En el lanzamiento del informe “Spotlight Habilidades del siglo XXI en América Latina y el Caribe”, realizado de manera virtual, la experta expuso que se estima que 44 millones de personas cayeron en la pobreza durante el 2020, lo que significa aproximadamente un tercio de la población regional, situación que está amenazando el futuro de toda una generación.
“158 ha sido el promedio de días que las escuelas han permanecido cerradas. Casi un año entero frente a los 95 días promedio del resto del mundo. Hemos tenido a 168 millones de estudiantes fuera de la escuela, 40 por ciento no tienen acceso a una computadora en el hogar y más del 50 por ciento de los más pobres no tienen conectividad”.
La especialista, quien coordina la iniciativa de Habilidades para el Siglo XXI, reconoció que además de enfrentarse a la pobreza y a las brechas que ya tenía la región antes de la pandemia, los estudiantes carecerán de habilidades que pueden contrarrestar problemas de empleabilidad, productividad, capacidad para innovar y prosperar.
“No sólo los niños, niñas y jóvenes no aprenden a leer, a escribir, a comunicar y a aplicar matemáticas, sino que tampoco están aprendiendo las otras habilidades, las digitales, trabajo en equipo, pensamiento crítico, creatividad, que son críticas y demandadas en el mundo de hoy, porque en los currículos no han sido actualizados”.
Mateo Díaz detalló que ya se había empezado a trabajar desde el BID al respecto, a través del grupo multidisciplinar que coordina, con el que buscan soluciones para ayudar a mejorar las habilidades frente a un mundo cada vez más digitalizado.
Sin embargo, este enfoque para mejorar oportunidades a las nuevas generaciones, sostuvo, “es mucho más importante ahora, para que la región pueda recuperarse de la emergencia educativa en la que estamos y se pueda transformar”.
“Y queremos conectar esas necesidades del mercado global, de sostenibilidad, de respeto al medio ambiente, de digitalización acelerada, de sociedades diversas en las que vivimos con la educación, y para esa conexión las habilidades del Siglo XXI son vitales”.
Por ello el BID, la organización HundrEd y JP Morgan realizan un esfuerzo conjunto con la iniciativa “Spotlight: Habilidades del siglo XXI en América Latina y el Caribe”, para encontrar innovaciones educativas y ayudarlas a extenderse a otros países, y entre los que se encuentran proyectos Chile, Colombia, Brasil, Haití, Guatemala, México y Paraguay.
De un total de 384 innovaciones de 16 países que se postularon al Spotlight surgieron los 15 proyectos finalistas: Academias Ciencia Joven / ACJ, Chile; Experiencia educacional aeioTU, Colombia; Anseye Pou Ayiti (APA), de Haití; Caixa de Ferramentas Jovem, Brasil; Cámara Mágica Fundación, Chile; Creando juntos, De niño a niño, Brasil.
Educación para Compartir (EpC), México; Fundación Mustakis, Chile; La Aldea: Historias para estar en casa, de Colombia; Escuela de Impacto de Maia, Guatemala; Nube Lab–Laboratorio de procesos creativos, Chile; Puentes Educativos, Chile; Modelo de Escuela Autosostenible, Paraguay; SERES, Guatemala y Programa Ser Líder, de Colombia.
El proyecto de México, Educación para Compartir (EpC o Education for Sharing, E4S) es uno de los 15 finalistas cuya propuesta es un modelo educativo enfocado en el desarrollo holístico de niñas, niños, familias y docentes mediante una metodología lúdica.
Tras ser capacitados con la metodología de EpC, los docentes replican lo aprendido y en sesiones lúdicas sus alumnos y alumnas: Juegan para comprender problemas complejos de una manera divertida y accesible; reflexionan para analizar problemas relacionados con los desafíos locales y globales, y actúan, realizando acciones para resolver problemas en su contexto.
De acuerdo con el BID, las habilidades más importantes del siglo XXI para fomentar en este año son: adaptabilidad, colaboración, comunicación, creatividad, pensamiento crítico, digital, empatía, emprendimiento, ética, ciudadanía global, mentalidad de crecimiento, liderazgo, capacidad de aprendizaje, mindfulness, motivación, perseverancia, resolución de problemas, resiliencia, autoconciencia y autorregulación.
C$T-GM