La transparencia y la seguridad de los datos son dos componentes importantes del ecosistema digital que tendrán que mejorar las organizaciones pues la desconfianza entre los consumidores está provocando que tomen decisiones como cambiar a sus proveedores de productos y servicios digitales, reveló un reciente estudio realizado por Cisco.
El informe Consumer Privacy Survey, realizado a través de encuestas a 2 mil 600 participantes de 12 países, consultados sobre el uso de captura de datos personales por parte de terceros, legislación de privacidad, y el uso de Inteligencia Artificial (IA) y toma de decisiones automatizadas, destacó tanto un incremento en la desconfianza como un mayor grado de conciencia entre los usuarios, ante el mayor uso de plataformas digitales.
“Los consumidores quieren transparencia y control con relación a las prácticas de negocios sobre sus datos personales y cada vez un número más importante de consumidores están dispuestos a proteger sus datos”, aseguró Mario de la Cruz, director Senior de Asuntos Gubernamentales de Cisco.
Al presentar los resultados del reporte y el Nuevo Estándar de Confianza, a través de un encuentro virtual, precisó que 54 por ciento de los encuestados sienten que se están protegiendo de manera efectiva sus datos personales; sin embargo, aún hay una cantidad importante, 46 por ciento, que opina lo contrario.
El 76 por ciento encuentra muy difícil entender cómo y qué es lo que las compañías están haciendo con sus datos. “Este es el principal tema, no están comunicando las empresas de manera adecuada y de manera efectiva cómo están usando los datos de las personas que utilizan sus servicios”.
Además de que los consumidores piensan que no se están protegiendo adecuadamente sus datos, califican como negativo el hecho de que si quieren tener acceso a un servicio o a una plataforma, tienen que aceptar “sí o sí” los términos de manejo de datos.
El estudio reflejó que 40 por ciento, sienten que sus datos personales ya están disponibles en algún lado del internet; un 37 por ciento no entiende las alternativas que tiene si no están de acuerdo cómo manejan su datos; y 36 por ciento contestó que no confían en las políticas que publican las empresas.
En cuanto a los consumidores que son activos en el tema de privacidad, al 86 por ciento de los consultados le resulta relevante el tema de la privacidad, de cómo se está protegiendo y les gustaría tener más control sobre sus datos.
De ellos, el 79 por ciento están dispuestos a gastar más dinero y tiempo para tener mayor protección; 47 por ciento ya han actuado, inclusive han cambiado de compañías o proveedores por malas políticas de manejo de datos, mientras que un y 32 por ciento se consideran consumidores activos en materia de privacidad.
“Estos consumidores han tomado acción, no se han quedado con la preocupación en materia de privacidad, sino inclusive han terminado relaciones de negocios o de uso con distintas plataformas cuando no tienen claro o no confían en la manera en que se están usando sus datos”.
Por desacuerdos en cómo se manejan sus datos, 33 por ciento de consumidores activos ha dejado plataformas de redes sociales; 28 por ciento servicios de proveedores internet; 23 por ciento servicios de telefonía: 19 por ciento servicios de venta al menudeo o retail e igual porcentaje en servicios de tarjetas de crédito; 18 por ciento bancos, 17 por ciento correo electrónico, 15 por ciento sitios de noticias.
La privacidad es mucho más que una obligación que se debe cumplir, recalcó, y por ello estos datos nos impulsaron a crear un nuevo estándar de seguridad que está conformado por cinco elementos: primero generar una filosofía de cero confianza (zero trust), que significa mantener a intrusos fuera de sistemas, de redes y de plataformas.
El segundo aspecto es administrar el riesgo de los proveedores a lo largo de toda la cadena de suministro, porque ellos también deben cumplir los altos estándares de mitigación que maneja una empresa.
Asimismo, respetar los derechos en materia de datos personales en dos vías, en términos de las expectativas que tienen los consumidores en el manejo de datos personales, pero además ir más allá en el cumplimiento de las regulaciones existentes.
La transparencia, agregó, se trata de explicar cómo se están manejando los datos, pero aún más importante será dejarlo perfectamente claro al consumidor, y publicar lo que se está haciendo para rectificar.
“Lo hemos visto a lo largo de esta pandemia y lo vimos con estos consumidores activos en materia de privacidad, los consumidores están tomando acción para cambiarse a otros proveedores de distintos servicios y bienes cuando no tienen claridad y entendimiento o perciben que no hay transparencia en cómo se están usando sus datos personales”.
Y por último, el nuevo estándar prevé la importancia de probar la responsabilidad con la protección de datos de manera continua; es decir, que la empresa está usando de manera transparente los datos personales y está al día con certificaciones a nivel internacional que demuestran su compromiso.
“Se están buscando nuevos paradigmas en materia de confianza y esta metodología que estamos planteando puede ayudar a combatir esa preocupación que tienen los consumidores y a generar confianza”, puntualizó el directivo.
C$T-EVP