Desde ropa digital que se ofrece a personas reales, prendas para avatares que serán lucidas en el metaverso, hasta diseños digitales que pueden ser vendidos en el mercado de criptomonedas como NFTs, son solo algunas de las posibilidades que diseñadores, marcas y tiendas están explorando bajo una fuerte consigna: «la prenda más sostenible es la que no existe».
Teniendo en cuenta que la industria de la moda física es una de las más contaminantes del planeta, requiere poca inversión por parte de los creadores y que sus usuarios solo van en aumento, la moda digital abre nuevos caminos de innovación y modelos de negocio.
“La moda no es necesariamente algo práctico. No es solo la ropa que compras y te pones sobre el cuerpo, también es contenido y modo de expresión, y el mundo digital ofrece posibilidades que el mundo físico no”, señala Roei Derhi, uno diseñador israelí que se coloca como puntero en el impulso de este nuevo concepto.
Derhi estudió en la prestigiosa escuela Shenkar israelí, diseña para la firma H&M en el mundo físico y en el digital lo hace desde su propia compañía Placebo Digital Fashion House (DFH).
Este profesional, cómo muchos otros en países como Israel, han aprendido las técnicas en el mundo de la moda físico, experimentando con el movimiento de los materiales, las formas, colores, materiales y texturas, conocimiento y habilidades que ya están trasladando y modifican al entorno virtual.
A quienes les parezca extraño pagar por ropa y accesorios virtuales, solo tendríamos que invitarlos a conocer sobre el mundo del gaming, en el que, ya hace años, los usuarios pagan dinero real por elementos que personalizan a sus imágenes pixeladas.
Y como todo esto va muy rápido, hay ya marcas de lujo como Gucci, Balenciaga y Ralph Lauren que comienzan a vender accesorios digitales.
Los compradores ven las prendas en línea, eligen, pagan y mandan una foto de sí mismos al diseñador, para recibir a cambio su foto con el traje virtual que pueden postear en sus medios sociales.
Los creadores mezclan técnicas de construcción de moda tradicionales con las avanzadas posibilidades que ofrece el diseño en tres dimensiones, y surgen ropas y complementos oníricos e increíbles.
Otra empresa israelí de diseño, Future Positive, dirigida por los diseñadores Nir y Rotem Goeta, crea para alimentar la necesidad de auto expresión de sus compradores, una necesidad que es social y cultural, con el ojo puesto en la sostenibilidad. El lema de Future Positive es “la prenda más sostenible es la que no existe”.
De hecho, esas imágenes de gente real usando ropa digital en sus posts, en lugar de ropa que compran y tiran una vez fotografiada, podría ayudar a aplacar el fenómeno del derroche.
“Creemos que para cambiar la situación actual es necesaria una solución radical. No es suficiente usar materiales más ecológicos o reciclar telas. Creemos que la moda digital es la mejor solución porque reducirá significativamente la contaminación que crean los procesos de producción”, asegura Rotem Goeta.
El mercado tradicional de ropa no se verá reemplazado por el digital, según estos diseñadores, sin embargo, seguramente se verá interrumpido e influenciado de algún modo.
Future Positive trabaja usando modelaje digital para ropa real, creando ropa digital para personas reales para usar en medios sociales y también están personalizando prendas digitales para los mundos de AR (Realidad Aumentada) y VR (Realidad Virtual) para el futuro cercano y haciendo una colección limitada para vender como NFT.
“El futuro de la moda digital es el metaverso”, dice Goeta, pues considera que la gente va a pasar mucho tiempo en ese nuevo universo virtual, en el que trabajarán, jugarán, conocerán gente, verán a su familia, comprarán productos, digitales y físicos, verán espectáculos …, y, claro, querrán usar ropa digital que construya su identidad virtual. Y disfrutar de las posibilidades ilimitadas de la moda digital”.
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