Tras casi un año de permanecer acéfala, la coordinación ejecutiva del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) tiene un nuevo rostro. Se trata del economista regiomontano Víctor Manuel Rodríguez Hilario, quien desde su nueva posición auxiliará al Presidente del órgano regulador en la tarea de dirigir, coordinar, evaluar y supervisar distintas unidades.
Rodríguez Hilario será apenas el tercer funcionario que ocupe este relevante puesto. Recordemos que de 2014 a 2018 ocupó la silla Luis Fernando Peláez y posteriormente Juan José Crispín Borbolla, ambos propuestos y designados en los tiempos del entonces comisionado Presidente, Gabriel Contreras Saldívar.
Desde principios de 2021, ya en la presidencia interina de Adolfo Cuevas, la coordinación ejecutiva quedó vacante y es hasta este momento que la nueva presidencia del IFT, liderada por el comisionado Javier Juárez Mojica, decide que Víctor Manuel Rodríguez Hilario será quien lleve dicha responsabilidad.
Por más de dos décadas, Rodríguez Hilario ha acumulado experiencia en el ámbito regulatorio de las telecomunicaciones y es ampliamente reconocido en la esfera pública y privada del sector, pues desde la extinta Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) está contribuyendo a llevar del papel a la práctica los cambios que México requiere para subirse con mayor celeridad al tren de la era digital.
Con un perfil claramente técnico, el funcionario ha pasado por áreas de alta especialización como las relacionadas con costos y análisis de interconexión, estudios regulatorios, obligaciones específicas y desarrollo regulatorio.
De hecho, ya en el IFT lideró proyectos como el establecimiento de medidas al Agente Económico Preponderante, regulación de tarifas y el desarrollo de la regulación técnica en los sectores de las telecomunicaciones y la radiodifusión, entre otros.
El nuevo coordinador ejecutivo enfrentará grandes desafíos que van más allá de lo estrictamente técnico y que le exigirán echar mano de su amplio conocimiento del teje y maneje al interior de un instituto debilitado y fisurado a lo largo de los dos últimos años.
Y es que para nadie es secreto que durante la anterior presidencia interina se creó un ambiente de desconfianza y desazón que terminaron por minar aspectos clave para el trabajo en equipo que había caracterizado al IFT.
Es así que mantener una estrecha colaboración con las unidades y coordinaciones generales, es una tarea que deberá realizarse desde el día uno de la gestión de Rodríguez Hilario; además, en su radar deberá estar también ayudar a fortalecer el contacto con los integrantes y representantes de los sectores de las telecomunicaciones y la radiodifusión, incluyendo la sociedad civil y la academia.
El IFT ha estado nadando contracorriente en los últimos años; sin embargo, los aires renovados a partir del cambio de estafeta en la presidencia traen consigo la valiosa oportunidad de reparar las fisuras creadas en su interior. Consciente de la dimensión del reto que tiene ante sí, el nuevo presidente del IFT se hace de un brazo fuerte que lo acompañará en la cruzada regulatoria.
C$T-GM