En América Latina y el Caribe, la mitad de las personas no tiene una cuenta bancaria y por lo tanto carecen de posibilidades para hacer pagos por vías digitales. En ese contexto, más del 85 por ciento de todas las transacciones se realizan en efectivo, lo que entorpece el comercio digital al interior de los países, pero también a nivel regional, advirtió Bernardo Díaz de Astrola, consultor de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Al moderar el panel “Desafíos en medios de pago” dentro del foro “Hacia un comercio electrónico digital con impacto”, organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Asociación Latinoamericana de Internet (ALAI), el especialista indicó que la falta de acceso a la bancarización de la población latinoamericana se relaciona también con el empleo, pues en la región 60 por ciento de la población trabaja en la informalidad, y esto incide negativamente en las ventas en línea, incluyendo las de exportación.
De ahí que haga falta que todo el ecosistema digital trabaje de manera conjunta para buscar nuevas posibilidades que faciliten los medios de pago para alentar las ventas en línea, sin excluir los pagos en efectivo, aunque los bienes y servicios se vendan en línea.
A este respecto, Aura Martínez Londoño, gerente de políticas públicas de Amazon Latinoamérica, advirtió que antes de pensar que las micro y pequeñas empresas puedan hacer ventas en línea, la condición indispensable es la conectividad física y la inclusión financiera. Y a manera de ejemplo, sostuvo que en México, de las empresas que venden en línea a través de Amazon, 18 mil son proveedores mexicanos, que generan 57 mil empleos directos y el 59 por ciento de ellas son Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes).
Sin embargo, estas empresas enfrentan, como en otros países, retos como el acceso al financiamiento y al sistema bancario, esquemas de conectividad, particularmene en lugares remotos y pequeños, así como la falta de habilidades digitales que les permitan acceder a soluciones tecnológicas eficientes.
En materia de medios de pago, dijo que a través de Amazon, las Pymes de la región pueden contar con herramientas como el pago digital, el pago en efectivo a través de tiendas de conveniencia y, por ejemplo, en Colombia, el pago a través de oficinas de Western Union que, a su vez, permiten a las pymes generar historiales crediticios que, a su vez, sirven para obtener financiamientos públicos y privados.
Destaca el caso de Brasil, donde recientemente se aprobaron reformas al sistema bancario, lo que permitió incrementar de 56 a 84 por ciento, la proporción de la población con acceso a una cuenta bancaria, lo cual a su vez ha revolucionado el comercio en línea, aunado a un sistema de pagos inmediatos del banco central, que también ha fortalecido el comercio electrónico.
En su oportunidad, Manuel Fernandini, Especialista en Conectividad, Mercados y Finanzas del BID, planteó que uno de los grandes temas en la región es “cómo hacer crecer el pastel de la formalidad”, a fin de que las pymes pasen de la digitalización a la auténtica transformación digital, para que las ventas en línea sean una realidad que les beneficie, a partir de clientes que cuenten con instrumentos bancarios (tarjetas de crédito o débito) que les faciliten las compras en línea.
Pero también es necesaria la transformación digital de los bancos centrales que, a diferencia de la banca comercial, no ha entrado de fondo al tema.
Es necesario que los medios de pago se vean como parte de la cadena de valor de las ventas en línea y que haya interopratividad y convergencia en todo el proceso, incluyendo nuevas soluciones digitales, consolidación de la banca pública y un ecosistema en donde todos los actores del proceso conversen entre sí, tanto a nivel nacional, como regional.
A su vez, Cinthia Faccuituo, fundadora de la Cámara Paraguaya de Fintech, señaló que el desarrollo del comercio digital en el continente presenta diferencias significativas, pues mientras algunos países registran avances importantes, en otros, como Paraguay, todavía es muy incipiente.
Entre otras razones, destaca la falta de una regulación adecuada, que se ha detenido por tiempos políticos y por falta de financiamiento para las Pymes que, si bien tienen interés por entrar al mundo de las ventas online, no cuentan con los equipos necesarios y la inversión que se requiere en tecnología y software.
Con todo, recientemente se llevó a cabo un proyecto para ayudar a mujeres emprendedoras a sumarse a la digitalización de sus proyectos con financiamiento de la Embajada de los Estados Unidos, que les ayuda a elegir la tecnología correcta para sus negocios, así como a atraer nuevos clientes e insertarse en cadenas de valor para sostenidamente, la cual fue una iniciativa muy exitosa.
Este es un ejemplo muy positivo, pero en términos generales en Paraguay pasa lo mismo que en otros países, donde hay iniciativas de algunos gobiernos (locales y federal), pero falta conexión entre ellos y la iniciativa privada para lograr una verdadera transformación digital.
C$T-GM