La mejora de acceso a la educación está entre los desafíos más importantes para América Latina y el Caribe, pero expertos están advirtiendo que la salud mental de los niños, niñas y adolescentes está también colocándose como la preocupación principal que además derivaría en bajas calificaciones, desempleo y pérdidas de ingresos a largo plazo.
“Peor salud mental y bienestar, así como educación formal perdida que resulta en peores calificaciones, se espera que sean los resultados más duraderos de la pandemia para los niños y jóvenes”, de acuerdo con el estudio Día Mundial de las Habilidades de la Juventud 2021 realizado por la consultora Ipsos.
Sin embargo, de acuerdo con los resultados obtenidos hasta junio pasado a través de una plataforma en línea, un importante número de personas siguen apoyando el cierre de escuelas como medida para prevenir contagios de COVID-19.
“Una media global del 62 por ciento cree que el cierre de escuelas es un paso aceptable para reducir la propagación del virus, a pesar de sus resultados negativos percibidos”.
En el caso de América Latina, 72 por ciento de los consultados consideró que fue una medida aceptable; mientras que la cifra sube a 81 por ciento en el caso de México, de acuerdo con las opiniones recabadas entre 20 mil adultos de 29 países.
Asimismo, 40 por ciento -media global de los países- cree que mantener la atención y la concentración será uno de los más grandes problemas que afectará a los niños, niñas y jóvenes en su regreso a las aulas, seguido de adaptarse a los cambios en el ambiente escolar, 32 por ciento; reintegrarse con compañeros, maestros y personal del plantel, 31 por ciento.
Retomar la actividad física regular, así como mantener el buen comportamiento y disciplina, serán otros de los desafíos, con 27 por ciento cada uno, al igual que cómo hacer frente a la preocupación por el COVID-19, que prevaleció entre un 23 por ciento.
Respecto a qué se necesita para mejorar el acceso a la educación, el 41 manifestó que apoyar a las familias a financiar uniformes escolares, libros, transporte y otros gastos; el 37 por ciento consideró que un mejor acceso a una conexión a internet de alta velocidad para todos; y 36 por ciento financiación de ordenadores, portátiles o tabletas.
Si bien para el 58 por ciento de la media global cree que la prioridad del gasto público tendría que ser para la salud pública y 40 por ciento a seguridad social y apoyos financieros, sólo 27 por ciento cree que los gobiernos deberían enfocarse en la educación primaria y secundaria.
Por otro lado, 22 por ciento cree que una área prioritaria para el gasto público son los programas de capacitación para mejorar las habilidades y la empleabilidad de las personas, y una media de 15 por ciento de los países piensa en la inversión en la formación y educación de competencias profesionales, al igual que la educación superior y en el acceso a internet de alta velocidad.
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