La libertad de expresión “es decir lo que la gente no quiere oír”. Esta frase acuñada por el periodista y novelista británico, George Orwell, ayuda a describir una arista de la polémica generada en torno a la flexibilización tarifaria aplicada al preponderante en telecomunicaciones.
El pasado 24 de agosto, diversas instituciones académicas y generadoras de conocimiento realizaron la presentación del Primer Concurso de Ensayo sobre Regulación Económica, cuyo tema central en la edición 2021 es justamente los cambios realizados por el IFT en materia del bucle local que se utiliza para la provisión de banda ancha fija.
En 265 caracteres, Luis Raúl Rey, director general de Compartición de Infraestructura del IFT, acusó en Twitter a una ex-comisionada del IFT, a dos ex-comisionados de la extinta Cofetel y a un académico, de “fijar postura”.
El funcionario del órgano regulador, que tiene a su cargo lo que podríamos llamar el corazón de la regulación moderna en el sector de las telecomunicaciones en México, censuró el derecho de los ponentes a expresar su perspectiva sobre un tema clave, y de paso…. fijó postura.
Sin querer ser la abogada del diablo, me pregunto qué llamó la atención del funcionario del IFT. ¿El análisis y las perspectivas de los ponentes? Recordemos que el órgano regulador realizó una concurrida consulta pública sobre los criterios y umbrales de los parámetros para determinar la libertad tarifaria del Agente Económico Preponderante en el sector de telecomunicaciones (AEPT).
Lo que Luis Raúl Rey llama “fijar postura” y “claro sesgo”, no es más que la expresión en viva voz de algunos de los diversos comentarios, opiniones y aportaciones que la academia, organización civil, la industria y el AEPT mismo, compartieron en legítimo derecho, en el ejercicio de transparencia realizado por el IFT.
¿Acaso es que abrir la conversación informada y el poder de análisis y disertación son privilegios exclusivos del IFT? No veo, en definitiva, que ésta sea una posición del instituto, sino, quizá, de un funcionario.
Sin embargo, estamos hablando del funcionario que participó en el proyecto que se materializó en un cambio sustancial en materia de regulación asimétrica.
Tan trascendente es que ahora el AEPT pueda determinar libremente las tarifas para el acceso al servicio del bucle local en 52 municipios, que las empresas propiedad de Carlos Slim no sólo celebraron la resolución, sino que piden más.
En su tuit, Luis Raúl Rey expresó que “se esperaría un mensaje imparcial” de los ponentes Elena Estavillo (ex-comisionada del IFT), Clara Luz Álvarez (ex-comisionada de Cofetel, Abel Hibert (ex-comisionado de Cofetel y Ante Salcedo, reconocido académico.
¿Qué pasa cuando académicos y analistas expresan en artículos, foros y entrevistas consideraciones a favor o en contra de diversos temas y resoluciones emitidas por el regulador? ¿Hay sesgo? ¿se les piden mensajes imparciales?
El IFT es un órgano reconocido a nivel mundial y no es de a gratis. Su prestigio se basa, por mencionar sólo un argumento, en su consistente avance en el Rastreador Regulatorio de las Tecnologías de la Información y Comunicaciones (ICT Regulatory Tracker) de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).
Al colocarse como un regulador de Cuarta Generación (G4) en este ranking, se reconoce al instituto como hacedor de una regulación integral liderada por objetivos de política económica y social, pero también lo obliga a pasar al siguiente y más alto nivel, G5, que implica un punto clave: la regulación colaborativa basada en un diálogo incluyente. ¿Qué tan grande es el trecho que separa el dicho del hecho?
Convocar a un análisis multidisciplinario para que, desde las aulas universitarias y de posgrado, se abra la conversación pública, informada y abierta sobre las decisiones regulatorias, es precisamente un ejercicio que abona a la regulación colaborativa.
El sector mexicano de las telecomunicaciones evidencia importantes avances en materia de regulación y beneficios para los consumidores, pero no es posible negar que falta mucho por hacer.
Apostar por la diversidad de enfoques no sólo es necesario, es inteligente y progresivo. Con el Primer Concurso de Ensayo sobre Regulación Económica, la academia está haciendo su parte.
C$T-GM