Aunque el regreso a clases presenciales es inminente y el próximo 30 de agosto iniciará en las aulas el ciclo escolar 2021-2022, las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), el conocimiento y el aprendizaje digital, así como los programas “Aprende en Casa”, “Jóvenes en TV”, “Bachillerato en TV” y otras estrategias desarrolladas por las comunidades escolares, seguirán siendo parte de la vida estudiantil.
El año pasado alrededor de 36 millones de alumnos en México comenzaron las clases a distancia; sin embargo, esta vez los tutores, padres y madres de familia decidirán si sus niños y niñas tomarán clases en la modalidad presencial, a distancia o híbrida.
El pasado 20 de agosto, la Secretaría de Educación Pública (SEP) informó a través de un Acuerdo que se continuarán usando las TIC en diversos programas y herramientas digitales, por lo que brindará seguimiento y atención a las y los educandos que optaron por no acudir al servicio educativo presencial, dando prioridad a aquellos ubicados en zonas de alta y muy alta marginación, mediante un plan de trabajo con el que se brindarán materiales, orientaciones, ejercicios y actividades.
México es de los pocos países que no ha reabierto sus escuelas y este regreso se topará con la incertidumbre que genera una tercera ola de contagios de COVID-19, que podría mermar el ánimo de muchos para iniciar el ciclo escolar de manera presencial.
Incluso, desde enero de este año, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) consideraba entre sus recomendaciones para el retorno a clases, desarrollar un proceso pedagógico para un escenario de retorno a clases de manera híbrida, con clases remotas y presenciales, de modo que se respetan las medidas sanitarias y prevenir contagios.
También sugería a los países proveer de un dispositivo y una conexión que asegure la posibilidad de involucrarse en el proceso de enseñanza a cada estudiante, docente y asistente de la educación; además de adecuar los espacios en las escuelas para realizar actividades y ocupar el espacio al aire libre, entre otras medidas para resguardar el derecho a la educación de niños, niñas y jóvenes.
Sin embargo, hasta el momento se desconocen detalles de cómo serán las clases en las tres modalidades, y el acuerdo publicado recientemente establece que del 23 al 27 de agosto de 2021 será la fase intensiva de Consejo Técnico Escolar, el cual organizará las medidas de salud, limpieza e higiene para el regreso responsable y ordenado a clases presenciales, así como las actividades pedagógicas para atender a los educandos.
La SEP señaló que para el inicio del ciclo se privilegiarán las acciones socioemocionales, se realizará una valoración diagnóstica y la identificación del abandono escolar para su atención, además de que se llevará a cabo un periodo extraordinario de recuperación, con objeto de abatir rezagos e insuficiencias en el aprendizaje.
La educación fue definida, por el Consejo Nacional de Autoridades Educativas, en su LIII Reunión Nacional Plenaria Ordinaria, celebrada los días 12 y 13 de agosto de 2021, como una actividad prioritaria y esencial, lo que permite que se pueda regresar a las aulas aún en semáforo rojo.
Se carece de estrategias para evaluación educativa: IMCO
Por su parte, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) considera que el plan de regreso a clases, la Secretaría de Educación Pública (SEP) deja a los docentes la responsabilidad de diagnosticar los conocimientos y habilidades de los alumnos, con falta de herramientas y recursos para acompañarlos, que además necesita de seguimiento constante para compensar el retraso académico.
“México abrirá las escuelas después de 53 semanas de suspensión de clases presenciales, uno de los periodos más largos en comparación con otros países. Esto provocó un rezago educativo que equivale a, por lo menos, 1.8 años de escolaridad según el Banco Mundial”, destacó el IMCO.
A los estudiantes que regresen a las aulas se les realizará una valoración diagnóstica, necesidad que ha señalado el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) para medir y entender el retraso académico en los estudiantes.
“La SEP no contempla acciones alternativas, como exámenes estandarizados como las pruebas del Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (Planea), que subsanarían las limitaciones de las evaluaciones que cada profesor realice”.
Para el IMCO no son suficientes las herramientas ni los recursos para acompañar a los docentes en la evaluación; además, falta una estrategia para sistematizar los hallazgos, por lo que prevé que no podrán ser comparables ni podrán ser utilizados como evidencia para la toma de decisiones a nivel nacional.
“Un diagnóstico preciso es la brújula que tanto los docentes como los tomadores de decisiones necesitan para lograr que los alumnos recuperen los aprendizajes perdidos por la pandemia, y que son esenciales para continuar con su desarrollo y, en un futuro, convertirse en trabajadores competitivos”.
Advirtió asimismo que la evaluación se contempla al inicio del ciclo escolar, por lo que no será posible monitorear el impacto de las acciones de remediación y crear ciclos de mejora al ajustarlas si fuera necesario.
También planteó que una prueba estandarizada permitiría compensar algunas de esas desventajas, pero no están consideradas dentro de la estrategia. “En 2020, se suspendieron los exámenes de Planea y no se conoce la fecha de su próxima aplicación”.
Por ello, considera importante usar este ciclo escolar como un periodo extraordinario de recuperación con acciones robustas de diagnóstico y atención académica, lo que implicaría evaluaciones más de una vez, y que la SEP incremente la capacitación, las herramientas y el seguimiento para acompañar a los docentes en este proceso
Asimismo, se pronunció por incluir evaluaciones estandarizadas, aprovechar la experiencia que se ha generado en México con pruebas nacionales (como Planea) e internacionales (como PISA).
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