De cara a los desafíos socioeconómicos que presenta un contexto cada vez más digital protagonizado por la quinta generación de redes móviles, 5G, que habilitará novedosas y disruptivas tecnologías y servicios, es fundamental que México cuente con una Agenda Política Digital, coincidieron especialistas, legisladores y representantes de la industria de las telecomunicaciones.
En el contexto del foro “Potencial y Perspectivas de la 5G para México”, las diputadas Montserrat Navarro Pérez y María Marivel Solís Barrera hablaron de la importancia tener una regulación acorde con las necesidades del futuro y su efecto en el desarrollo nacional.
Al participar en el encuentro virtual, Jorge Fernando Negrete, director general de Digital Policy and Law, dijo que México es el único país en América Latina que no tiene agenda ni política digital, tampoco cuenta con las capacidades en materia legislativa e incentivos para promover una regulación moderna.
“No tenemos habilitadas las herramientas para aprovechar el mundo del comercio digital y el flujo transfronterizo de datos que genera bienestar digital e impulsa la economía”.
Desde la perspectiva del especialista, es necesario tener marcos jurídicos incluyentes que alejen a México del ámbito de la geopolítica y permitan las inversiones para poder financiar más el bienestar social de los ciudadanos.
“Felicito a las diputadas que tuvieron la iniciativa de buscar un diálogo donde podamos construir nuevos marcos jurídicos en el mundo laboral, fiscal, de la competencia económica y en la certeza a las inversiones que liberen bienestar digital”, agregó.
Por su parte, Gabriel Székely, director general de la Asociación Nacional de Telecomunicaciones (Anatel), señaló que el potencial de 5G va más allá de conectar a muchas personas simultáneamente, a gran velocidad y con latencia imperceptible.
“Las telecomunicaciones se convierten en el corazón de la innovación de diversas industrias ligadas como nunca con las redes y el internet”.
Sin embargo, destacó la necesidad de establecer ciertas condiciones para favorecer el despliegue de esta tecnología como fijar un precio más competitivo de un insumo vital como es el espectro radioeléctrico. «Hace dos años las empresas pagaron por 582 MHz más de 18 mil millones de pesos».
«La OCDE y estudios internacionales recomiendan se reduzca en forma importante los precios actuales, pues se va a necesitar tres veces y medio más MHz de espectro para operar bandas bajas y medias en 5G; ni hablar de las bandas altas milimétricas que se necesitarán, 15 mil o más MHz, para construir la capacidad y la infraestructura que permita que 5G opere con éxito», explicó.
Facilitar el despliegue de infraestructura también es urgente, pues en los más de 2 mil 4540 municipios del país se requerirá instalar tres o cuatro veces más, de las 35 mil antenas que hoy operan, pero que los empresas de telecom deben enfrentar requisitos diferentes y cobros arbitrarios.
Székely manifestó que para que México mantenga y mejore su posición competitiva como parte de la economía de América del Norte, debe prepararse e incorporar las nuevas tecnologías en los sectores como transporte y la electrónica, así como en los de mayor potencial para el crecimiento en los servicios financieros, el comercio eléctrico, la educación y la salud.
César Funes Garay, vicepresidente de marketing, comunicaciones y relaciones corporativas para América Latina de Huawei, indicó que la evolución hacia 5G no es sólo ir a la quinta generación de comunicaciones móviles, sino que es una plataforma habilitadora para que el país entre de lleno en la economía digital.
“Estamos dispuestos a trabajar de manera conjunta con diferentes autoridades para que la tecnología 5G pueda ser una realidad y tenga beneficio para toda la sociedad”, añadió.
En el foro también participó Emmauel Abundis Gutiérrez, director de la Sociedad Mexicana para la Protección de la Radiación no Ionizante, quien recomendó tomar las medidas razonables para reducir la exposición a campos electromagnéticos para proteger la salud de niños y jóvenes; reconsiderar la base científica de las actuales normas de exposición.
Asimismo, expuso la necesidad de difundir campañas de información y sensibilización sobre los riesgos de efectos biológicos potencialmente nocivos a largo plazo en el medio ambiente, en la salud de jóvenes en edad reproductiva; dar preferencia a las conexiones de internet por cable en las escuelas, y aumentar el financiamiento público de la investigación independiente para evaluar los riesgos para la salud.
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