Para favorecer y acelerar el desarrollo tecnológico en América Latina es imprescindible que desde el sector público y privado se generen acciones coordinadas para eliminar eventuales barreras y resolver de una manera más dinámica, distintos desafíos como la persistente brecha digital y ver cómo acelerar la penetración de nuevas tecnologías, pero de manera más productiva.
Ricardo Zermeño, Presidente de la consultora Select, destacó que el papel del Estado es “multidimensional”, pero prioritariamente debería ser un promotor de la inversión y la innovación, generador de una política industrial que contribuya a la transformación digital, y en su caso inyectar capital en localidades pequeñas donde por cuestiones de mercado, la presencia del sector privado y la oferta telecom no llega.
Al participar en el foro WTS 2024, “Elementos claves para la conectividad en el Siglo XXI”, resaltó que en países como México, es imprescindible modificar el modelo bajo el cual se concesiona un insumo básico, como es el espectro radioeléctrico, el cual todavía es utilizado por el gobierno para captar ingresos, en lugar de ser un instrumento que sirva para impulsar el desarrollo, es decir, más cobertura y conectividad.
“La conectividad es una condición necesaria, pero insuficiente, porque es como la electricidad, lo que haces con ella, eso es lo que importa, por lo tanto es imprescindible ver cómo la aprovechan las empresas, el ciudadano; por ello el gobierno debería estar cultivando con mayor celeridad talento para saber cómo aprovecharla mejor, pero sobre todo porque hoy es con talento como se está compitiendo en el mundo”.
Indicó que no menos importante, es la propia transformación digital del gobierno, que requiere eficientar los servicios que presta a la ciudadanía y mejorar sus canales de atención a la sociedad, así como la integración de soluciones que le permita a las instituciones operar de una manera mucho más integral, garantizar una buena interoperabilidad.
Los operadores han logrado monetizar sus proyectos, elevando el ARPU (ingreso promedio por usuario), con lo cual la penetración de telefonía celular 4G gracias a modelos, como el que “llama paga” y el prepago han favorecido que hoy 80 por ciento de los usuarios en la región, gocen de este tipo de servicios, aunque aún hay desafíos de brechas y habilidades digitales que superar.
El tema no es solo conectividad, sino que lo más importante es para qué se está utilizando y cómo se está aprovechando la digitalización, es ahí donde la región trae brechas aún por resolver, así como mejorar la alfabetización digital de la población.
La regulación y los reguladores son un gran tema también por superar pues desafortunadamente siempre van muy detrás del mercado, y hoy se requieren instituciones con una operación mucho más eficiente.
Por su parte Tina Lu, Analista Principal de Counterpoint Research, para América, Ásia y Europa, destacó la importancia de que los operadores faciliten el acceso a las nuevas tecnologías como la 5G, ayudar a conectar a los desconectados y alfabetizar digitalmente a la población, sin lo cual no se llegará a ningún lado.
Esta tarea también debe ser emprendida por los gobiernos, sobre todo en materia de políticas públicas, particularmente con la acelerada presencia de la Inteligencia Artificial (IA) y la IA Generativa donde los usuarios ya empiezan a generar contenidos, el desafío es cómo puede contribuir al desarrollo tecnológico sin convertirse en el “Big Brother”, que busque controlar al consumidor.
Al participar como panelista en el WTS 2024, organizado por 5G Americas, aseguró que en la industria de las telecomunicaciones, el cambio es la constante, la innovación, la creación de nuevas tecnologías en forma acelerada. Baste como ejemplo que de 2019 a la fecha, 5G ha propiciado la comercialización de 2 mil 100 millones de dispositivos compatibles a nivel global, de los cuales unos 67 millones se colocaron en la región de Latinoamérica.
Explicó que en la región este avance ha sido un poco más lento, debido a que la tasa de “recambio” es de alrededor de cuatro años, respecto de los tres años observada en países más avanzados; además que el precio de los dispositivos es otro factor a considerar, “somos una región de gama baja, porque la economía no da, y el cambio a 5G tampoco es prioridad por el momento para el consumidor”.
“Desde el lado de los operadores y fabricantes está el cómo se monetiza 5G, porque eso está pasando en formas diferentes en diversos mercados. Ambos temas son los que se deben analizar para evaluar cuáles pueden ser los elementos clave para la conectividad en el Siglo XXI” en la región».
Cuestionado sobre los desafíos por resolver en América Latina, José Ignacio Díaz, Líder en Telecomunicaciones para América Latina de IDC, habló de cuatro aspectos esenciales, como es el aumento de la banda ancha, un elemento que se aceleró desde la pandemia, así como la llegada de los data center que también han contribuido a dinamizar el nivel de conexión de las empresas y los consumidores.
De igual forma, indicó que la generación de contenidos digitales y particularmente el despliegue de cables submarinos elevaron la capacidad de conectividad en la región, por ejemplo, la construcción del Cable Humboldt, que hacia 2025 estará en operación y unirá el sur de Asia con Latinoamérica, mediante el despliegue de 14 mil 800 kilómetros de fibra óptica, insumo este último, sin el cual no habrá desarrollo para 5G.
Entre los desafíos que debe enfrentar la mayoría de los países de América Latina, comentó que está la “disparidad”, por lo que se necesita adecuar el valor de los dispositivos y como se ha dicho, encontrar la forma de cómo monetizar el costo significativo que representa el despliegue de redes 5G, así como también dotar a casi el 50 por ciento de la población en la región, que aún carece de un servicio de banda ancha fija.
En su opinión, despliegues como el de 5G exigen ejercer montos de inversión muy relevantes, por lo que es indispensable recurrir a esquemas de Asociación Público Privada (APP), con lo cual se podría optimizar el amplio flujo de capital que deberá ser erogado.
Bajo su óptica, este tipo de alianzas representan un gran detonador de la actividad productiva. En 2023 se pudo observar que si el crecimiento promedio de la región fue cercano al 2.0 por ciento, la actividad y los procesos tecnológicos estuvieron seis veces por arriba del PIB de la región, es decir, crecieron a un ritmo del 12 por ciento.
Los panelistas coincidieron en que el desarrollo de la tecnología 5G, no ha tenido el despegue esperado porque por lo menos entre los usuarios, aún no acaba de entenderse la diferencia y todo el beneficio que generará este tipo de soluciones, por lo que es más probable que su despunte se detone en redes privadas, en el sector empresarial, para lo que habrá de ser necesario crear todo un ecosistema de integradores.
C$T-EVP