Para 2025, la contribución del ecosistema móvil a la economía de América Latina se fijará en 375 mil millones dólares, nivel que refleja un importante crecimiento de más de 30 mil millones de dólares considerando el nivel registrado en 2020, año en el que además generó más de 1.6 millones de puestos de trabajo directos e indirectos.
“En 2020, las tecnologías y los servicios móviles generaron el 7.1 por ciento del PIB de América Latina, una contribución que ascendió a más de 340 mil millones de dólares de valor económico agregado”, subraya el reporte La economía móvil en América Latina 2021.

El documento publicado por la GSMA refiere que en 2020 el ecosistema móvil también hizo una contribución significativa al financiamiento del sector público, con una recaudación tributaria en este sector de más de 29 mil millones de dólares.
En materia de inclusión digital, el reporte refiere que si bien a finales de 2020 más de 358 millones de personas tenían conexión a internet móvil en la región, alrededor de 275 millones de personas continúan estando desconectadas y excluidas de la economía digital.
Detalla que casi 96 por ciento de la población tiene cobertura de red de banda ancha móvil, lo que demuestra las inversiones realizadas por los operadores durante la última década. Sin embargo, alrededor del 40 por ciento de la población que sí tiene cobertura pero que aún no utiliza internet móvil se enfrenta a obstáculos que van más allá de la cobertura.
Entre estas barreras se encuentran la asequibilidad, el conocimiento y las habilidades digitales, la relevancia, la seguridad y la protección, y el acceso a facilitadores (como la electricidad e identificaciones formales).
“La asequibilidad sigue siendo uno de los mayores obstáculos para el uso de internet móvil, particularmente a la luz de las consecuencias económicas que trajo aparejadas el COVID-19”.
En países de bajos y medianos ingresos, la contracción promedio en el PIB per cápita fue del 4.2 por ciento en 2020; las mayores pérdidas se registraron en América Latina y el Caribe.
“La contracción en el PIB per cápita se traduce en una brusca caída en los ingresos laborales. Se estima que, entre todas las regiones, América Latina experimentó la caída más abrupta en las horas laborales en 2020”.
En este contexto, GSMA subraya que el incremento de la productividad y el PIB de la región en el mediano y largo plazo depende, en gran parte, de políticas fiscales que incentiven la inversión y la generación de empleo para la recuperación económica.
“Los impuestos específicos al sector móvil reducen la asequibilidad de servicios y dispositivos, y desincentivan la inversión y el consumo. Para ser efectiva, una política tributaria debe mantener un equilibrio entre ciertos factores que pueden competir entre sí”.
Por ejemplo: las necesidades de recaudación del Estado, el apoyo a sectores estratégicos, los aspectos prácticos de cumplimiento, así como el deseo de minimizar cualquier impacto negativo que provoque distorsiones en la economía del país.
“Durante los últimos dos años, la relevancia de contar con conectividad de calidad se vio evidenciada más que nunca. Numerosos decisores de políticas y autoridades de gobierno de América Latina incorporaron en sus discursos el carácter estratégico y esencial de la conectividad para los ciudadanos; sin embargo, la tecnología avanza a velocidades que la modernización normativa no acompaña”.
Para maximizar los beneficios de una sociedad conectada es fundamental que el sector público y el privado trabajen de forma articulada en el desarrollo de habilidades digitales, y en promover la extensión de la conectividad móvil a todos los ciudadanos, protegiendo la sostenibilidad de la industria y garantizando la privacidad y seguridad de los usuarios.
C$T-GM