El consumidor final navegará en velocidades de 100 Mbps.
El desarrollo y puesta en marcha de las redes 5G implicarán múltiples beneficios para los operadores de telecomunicaciones que podrán transformar y orientar sus servicios tradicionales hacia otras áreas de negocio mucho más innovadoras y rentables; sin embargo, el consumidor final también gozará de mayores ventajas respecto de lo que hoy le ofrecen redes muy potentes como la 4.5 LTE.
Si bien aún están por definirse los estándares de las redes de quinta generación y muchos países aún se encuentran en la fase de identificar y liberar espectro idóneo para utilizar en este tipo de desarrollos, la llegada de la nueva generación móvil dependerá de los operadores y ya se sabe de pruebas que se realizan Estados Unidos y particularmente Japón, donde se anticipa que el desempeño de este tipo de nuevas tecnologías se presentarán durante los Juegos Olímpicos del 2020.
«Las redes 5G permitirán mayor capacidad de conectividad masiva, una alta confiabilidad, baja latencia, descargas muy rápidas como bajar un largometraje en solo unos cuantos minutos, contribuirá a la circulación de vehículos autónomos, aplicaciones industriales en tiempo real, Realidad Virtual y Ampliada con mejoras sustanciales y la operación de miles de nuevas apps, del Internet de las Cosas», adelantó Mario Fromow Rangel, comisionado del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
Explicó que en 2009 surgieron las tecnologías en redes 4G, en las cuales la conmutación estuvo basada en el Protocolo IP que permitió transmisiones de 150 Mbps; para 2016 esta tecnología evolucionó a la 4.5 LTE con velocidades de transmisión de 1 Gbps, es decir, la posibilidad de descargar videos en resolución 4K.
Con la llegada de las redes 5G se prevé que la forma de consumir datos entre los usuarios cambie diametralmente, pues las altas velocidades de transmisión les permitirán alcanzar velocidades de 10 Gbps, lo que le significará bajar en forma completa contenidos con muy alta calidad, incluso con Realidad Virtual, sin los problemas actuales de intermitencias.
«Lo importante es definir los estándares que se espera estén listos en 2020, para cuando también se prevé la masificación del uso de redes de quinta generación; la diferencia entre la actual 4G que tiene una velocidad pico de solo 150 Mbps, mientras que en la 4.5G es de 1Gbps, pero que en redes 5G alcanzará los 10 Gbps».
Otra ventaja es la menor latencia, es decir, lo que tarda la información en llegar de un punto a otro, la cual se reducirá drásticamente; hoy con redes 4G es de alrededor de 50 milisegundos, en el futuro cercano con redes 5G será de entre 1 a 5 milisegundos, es decir, lo idóneo para operar Ciudades Inteligentes, comunicación M2M, vehículos autónomos y el Internet de las Cosas (IoT), soluciones que exigen respuestas rápidas.
La velocidad a la que debe correr la información en las Ciudades Inteligentes es vital pues la conexión de los vehículos autónomos deberán intercambiar información con otros vehículos y con los semáforos, es decir, el intercambio de información M2M, así como otras actividades que exigen la menor latencia posible, que la información llegue en el momento oportuno, pues de lo contrario se podrían ocasionar accidentes.
Fromow Rangel precisó que la operación de redes 5G exigirá un amplio ancho de banda, que oscilará entre 400 y 800 MHz, pues para alcanzar velocidades promedio de transmisión pico de 100 Mbps, estas redes móviles deben tener una tecnología con la mayor eficiencia espectral, un número adecuado de radiobases instaladas por kilómetro cuadrado y un particular Ancho de Banda del espectro radioeléctrico, todo ello es lo que dará la capacidad a esas redes.
«Hay algunas tecnologías que por la gran cantidad de información que manejan como será el caso de la 5G, exigen mayores anchos de banda y pudiera ser que el espectro que esté asignado a una banda no sea suficiente para soportar las características de cierta tecnología, por ello debe identificarse qué tipo de espectro puede soportar las redes de quinta generación».
Explicó que el espectro radioeléctrico se ha utilizado para diferentes tecnologías móviles, en la medida en que se han desarrollado la 2G, 3G, y la 4G, lo que no significa que haya una banda específica para 5G, pero el espectro dependiendo de sus características, como el ancho de banda de los canales que puede manejar, se pueda utilizar para determinadas familias de tecnologías.
El usuario solo podrá ver 100 Mbps, lo cual se explica por qué representa el número de conexiones que se podrá realizar por kilómetro cuadrado. Mientras la 4G permite conectar 10 mil dispositivos por kilómetro cuadrado (Km2), la tecnología 4.5 la aumenta a 100 mil, pero la 5G tendrá capacidad para un millón de dispositivos conectados por Km2 en áreas densamente pobladas.
Otra característica importante es la máxima velocidad en movimiento que es soportado por las conexiones en km por hora, la cual en 4G maneja hasta 350 km/h, la cual permite tener comunicación a usuarios que viajan en trenes de alta velocidad que circulan en algunos países, mientras que la capacidad de la 5G supera los 500 km/h, otro de los parámetros que hace la distinción entre estas familias de tecnologías.
Respecto a los dispositivos que utilizará la tecnología de quinta generación, explicó que en México los actuales equipos soportan desde 2G hasta 4.5 LTE; en producción masiva todavía no hay dispositivos para 5G pues aún están en pruebas de campo de transmisión, por lo que en 2019 los fabricantes deberán trabajar para que en el momento en que se quiera hacer masiva la operación de la 5G se tengan los equipos necesarios.
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