Sin aplicar el pago de servicios de telecomunicaciones.
La reforma en materia de teletrabajo entró en vigor, sin embargo, aún existen aspectos pendientes para que tanto el trabajador como el patrón obtengan los beneficios económicos, sociales y sanitarios de esta modalidad, como es la vigencia de la Norma Oficial Mexicana (NOM) que regirá las obligaciones en materia de seguridad y salud, así como los contratos para la adopción del trabajo remoto.
“El hecho de que estemos por una medida de salud en casa, no quiere decir que hayamos pasado al teletrabajo. Cuando una empresa quiere que sus trabajadores permanezcan o cambien a esa modalidad, entonces tendrán la obligación de incorporar a su contrato de trabajo la descripción y el monto del pago al trabajador, por el pago de sus servicios realizados en el domicilio”, precisó Daniel Núñez Fernández, socio fundador y director de Fernández Villarreal Abogados.
Por ende, la obligación del pago de los servicios de telecomunicaciones no aplica por ahora, pues será hasta que la empresa y el trabajador acuerden que su modalidad futura será el teletrabajo y esto sea incorporado al contrato, donde cada organización definirá cómo hará ese pago y bajo qué mecanismos, aclaró en el panel virtual “Hablemos de teletrabajo. Una perspectiva 360”, organizado por la Asociación Mexicana de la Industria de Tecnologías de Información (AMITI).
El tema también ha implicado retos para las áreas de Recursos Humanos, donde de acuerdo con Yamile Nacif, líder de Recursos Humanos para Accenture México, se ha detectado que varias de las preocupaciones de los trabajadores son originadas principalmente por la desinformación que encuentra en redes sociales, lo que es necesario solucionar a través de un diálogo abierto y transparente.
Explicó cómo por una parte están las dudas que tienen en común las personas que están trabajando desde su domicilio sobre, ¿cuándo empezarán a recibir los apoyos en materia de teletrabajo, o qué pasa si aceptan esta modalidad pero después deciden retomar la presencial y cómo medirán su desempeño?; por otro lado, están varias preocupaciones relacionadas con el bienestar emocional y el derecho a la desconexión.
“Muchos están preocupados por cómo las empresas van a garantizar la separación entre la parte profesional de la vida y la rutina en casa, porque hoy estas barreras se han vuelto borrosas”, dijo la también coordinadora del Comité de Capital Humano de la AMITI.
Al abordar las necesidades sobre como mutar de una modalidad a otra, Iván Pita Trujillo, encargado del área contenciosa de la firma de abogados Tavares & Tavares, detalló que si existe una relación laboral anterior a la entrada en vigor de la reforma se deberá hacer un convenio o adendo al contrato individual o colectivo de trabajo que ya se tenga; y para un trabajador de nuevo ingreso se debe firmar un contrato que ya incluya la modalidad.
Respecto a la seguridad, Pablo Corona Fraga, director Corporativo de Sistemas de Gestión de NYCE, opinó que éste es uno de los temas con muchos puntos por aclarar y oportunidades para delimitar mejor eventuales ambigüedades en la próxima NOM, pensando en la seguridad de la información pues cuestiones de seguridad laboral, física y del medio ambiente donde se ejerce el teletrabajo, no son los únicos relevantes.
“Hay responsabilidades que deben quedar bien delimitadas en ambas partes, una corresponsabilidad tanto del trabajador como del patrón”, respecto al manejo, tránsito y destrucción de documentos o de resguardo de equipo con documentos confidenciales y sensibles, detalló.
En cuanto a la ciberseguridad, Adolfo Castro, líder del Comité de Seguridad de la AMITI, consideró que las empresas deben establecer un conjunto de políticas de teletrabajo en las que, por ejemplo, se definan qué aplicaciones están permitidas para realizar videoconferencias, si se puede compartir información confidencial por plataformas de mensajería, si se pueden imprimir documentos confidenciales en la casa donde el trabajador realiza su labor.
Todo esto se puede sumar a otras políticas de seguridad como gestión de identidades, control de acceso, de contraseñas, así como revisar y actualizar el plan de continuidad de negocio y complementarlo con un documento de gestión de crisis, además de identificar los riesgos por donde fluye la información y habilitar diferentes tipos de controles, agregó.
C$T-EVP