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En México, alcanzar la inclusión financiera exige la presencia de una nueva generación de banqueros que a partir de la innovación y la adopción tecnológica sean capaces de romper una serie de problemas estructurales que dificultan que la población hoy desatendida por la banca tradicional, pueda tener acceso a productos y servicios financieros.
“Somos una nueva generación de banqueros, que no solo busca la ganancia o exprimir a los usuarios, sino encontrar el punto intermedio en la ecuación financiera: ser una institución que ayuda a la gente y al mismo tiempo no descuida la rentabilidad de la empresa, todo ello a través de la tecnología”, precisó David Lask, director general de Tala.
Desde la llegada de Tala al mercado mexicano, hace tres años, el objetivo planteado en la operación fue tener un “impacto social significativo y seguir siendo una empresa redituable”.
La posibilidad de apalancar la operación de la empresa con tecnología permitió romper algunos problemas estructurales como la exigencia de una gran cantidad de documentación que impide a la población en México tener una identidad crediticia que le permita iniciar su vida financiera.
En Tala México no se requiere la presentación de comprobantes de domicilio, comprobante de ingresos, registro ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT), Número de Seguridad Social, incluso el tema del Buró de Crédito no es importante pues el usuario puede o no contar con un historial crediticio, o incluso tener un mal reporte ante esa entidad.
Con una visión bastante clara de anteponer la inclusión financiera, lo único que se exige es una credencial oficial y un número de celular para acceder a productos y servicios financieros, lo cual cambia la dinámica con la que opera la banca tradicional..
Ello por considerar que tan solo el sector informal en México representa alrededor del 56 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), un grupo poblacional que regularmente carece de toda la información básica que le exige un banco para darle acceso a un producto financiero.
“Tenemos muchos clientes que son microempresarios que venden algún producto en línea, y que tienen ingresos variables todos los meses, pero que con sólo su identificación oficial y un teléfono celular, en cuestión de minutos -otra particularidad de Tala México, respuesta rápida- puede acceder a un préstamo de corto plazo”.
También se cuenta con clientes que tienen un ingreso fijo mensual, pero que requiera tener un poco más de capital disponible, lo cual fue muy frecuente a lo largo de la pandemia, por lo que la empresa trató al máximo de simplificar la disponibilidad de los productos financieros.
“Llevamos operando poco más de tres años y se ha buscado adaptar mucho la operación de Tala a esquemas plazos y necesidades de los clientes, siempre evitando su sobre endeudamiento a través de tasas de interés muy competitivas, todo con un enfoque de inclusión financiera, el objetivo es que tengan acceso al crédito, pero que tengan una vida financiera sana”.
La banca tradicional ha sido muy lenta para adoptar la innovación, muy lenta para cambiar el modo de hacer las cosas, en aras de tener un absoluto control de la operación. Con la adopción tecnológica Tala ha logrado hacer más sencillos los procedimientos, generar ahorros costos de operación para alcanzar la democratización de las finanzas y el crédito.
La asimetría de la información es otro problema estructural que tiene gran relación con el costo del crédito, lo cual con análisis de datos se puede conocer más sobre el perfil del acreditado -información sensible debidamente certificada y protegida para evitar hackeos- y sobre todo evaluar riesgos, para poder determinar tasas de interés competitivas y alejarse de niveles de “usureros” observados en algunas entidades.
El tipo de crédito que se ofrece va muy en línea con el ingreso de los clientes, (desde 500 hasta 5 mil pesos) con plazos no mayores a 21 o 30 días para evitar sobre endeudamiento, fechas de pago fijadas por el cliente para considerar las fluctuaciones de ingresos que puede tener, y sobre todo no se aplican intereses moratorios, sólo se fija una cuota por pago atrasado.
Tala es una empresa financiera con presencia en el mercado global con más de 6 millones de clientes (una proporción de mujeres que casi representa 50 por ciento), con una tasa de repago a nivel internacional, por encima del 90 por ciento, una métrica muy competitiva, sobre todo “cuando nos cuestionan el atender a un grupo poblacional considerado como muy riesgoso.
C$T-EVP