El cambio climático, uno de los temas preocupantes a nivel mundial, toma cada vez más relevancia en el sector de las telecomunicaciones pues el consumo energético es uno de los más grandes desafíos en la “era de los datos”, por la creciente demanda de servicios nube y data centers, tecnologías imprescindibles en los procesos de digitalización que integran las organizaciones en su operación, así como la llegada de tecnologías como 5G.
“Es un camino que no tiene retorno ni para la industria ni para el gobierno, porque los beneficios son innegables en el uso de ambos casos; al final del día, la industria quiere servir mejor a sus clientes y el gobierno también, y la nube y los datos son herramientas justo para eso… Es un proceso evolutivo en el cual no hay vuelta atrás”, aseguró Diego Garza, Director de Canales y Partners de Intel México.
En entrevista para ConsumoTIC, reconoció que el uso de servicios de la Nube es una tendencia global, y aunque hay sectores más avanzados en su adopción como el financiero, en la actualidad su uso está llegando a la mayoría de los sectores como parte de un servicio esencial, derivado que las nuevas generaciones nacieron consumiendo alimentos, tecnología, logística y transporte como servicios.
El directivo destacó que proyecciones como las realizadas por consultoras como IDC, prevén que la demanda de servicios de Nube para 2023 crecerán a un ritmo de 30.4 por ciento en Latinoamérica, con desafíos por superar, pues las empresas mexicanas buscarán avanzar mucho más rápido en la digitalización de sus operaciones y servicios, al igual que en la implementación de nuevas tecnologías para alcanzar sus objetivos de negocio.
Bajo este contexto se estima que el desarrollo de infraestructura necesaria para la implementaciones de los servicios de Nube, impulsará también inversiones en equipos para centros de datos hacia el 2025, por lo que se anticipa aumente 43 por ciento la nube privada, 41 por ciento los centros de datos tradicionales y 16 por ciento la nube pública.
La nube, sin embargo, está anclada al espacio físico, a través de Data Centers o centros de datos, donde existen servidores y equipos que operan 24 horas al día para que el servicio llegue hasta el usuario final. En México, de acuerdo con el Data Center Map, existen 14 centros de este tipo de instalaciones, de las cuales cinco están en la Ciudad de México, tres en Querétaro, dos en Guadalajara; en Manzanillo, Monterrey, Nogales y Toluca, uno respectivamente.
En 2018 la suma de todos los datos creados, capturados o replicados ya sea en data centers tradicionales, proveedores de nube, servidores, smartphones, computadoras personales, entre otros fue de alrededor 33 Zettabytes, pero se prevé que para el 2025 la cifra llegue a 175 Zettabytes.
“Tener centros de datos muy grandes consume mucha energía, pero si lo comparamos contra lo que existe hoy, que probablemente sea esa misma cantidad de servidores encendidos, pero en diferentes localidades y con una fracción de su uso, esto quizá pueda tener un impacto mayor (ecológico)”.
En los Data Centers de Intel se utilizan tecnologías verdes para disminuir el impacto energético, se recircula el agua para su enfriamiento, pero viéndolo a escala mayor contar con grandes centros de datos tendría un impacto menor, que contar con bloques de servidores distribuidos por diferentes partes del mundo y subutilizados, enfatizó.
C$T-EVP