Igualdad de género, condición necesaria para impulsar derecho a la educación.
La motivación y acompañamiento que pueden obtener las niñas y jóvenes, por parte de mentores y de otras mujeres que sean sus modelos a seguir, son piezas clave para impulsar la representatividad de la población femenina en las áreas STEM (Ciencias, Tecnología Ingeniería y Matemáticas), no sólo para subir las estadísticas, sino también para cumplir con el principio de igualdad de género y que éste sea consistente.
En el ámbito laboral del sector de tecnología se estima que las mujeres representan únicamente 27 por ciento de las posiciones base, 23 por ciento de posiciones gerenciales y apenas 14 por ciento en lo relacionado con posiciones directivas.
“Aunque cada vez más la diversidad y la inclusión son estrategias que se han tomado en diferentes sectores, en México sigue habiendo un desbalance en el terreno profesional, en especial en los que han sido concebidos culturalmente como masculinos”, reconoció Laura Barona, vicepresidenta Adjunta de Comunicación Corporativa en AT&T México.
Al moderar el panel virtual “Cambiando el juego: Igualdad de género”, organizado por AT&T, precisó que la organización ha logrado avances desde que llegó a México en 2015, al pasar del 10 al 35 por ciento las posiciones de liderazgo ocupadas por mujeres, quienes representan 39 por ciento de los puestos.
Destaca el caso de Aditi Vázquez, quien es analista de Control de Accesos en AT&T. Para llegar a este cargo superó diversas dificultades, la primera: terminar su carrera como ingeniera en Tecnologías de la Información. Aseguró que desde que era estudiante se percató de la brecha de género que existía y del mínimo número de mujeres que concluían sus estudios.
“Cuando ingresé a la universidad éramos 10 grupos de 40 personas cada uno, y aproximadamente en cada grupo había cuando mucho cuatro o cinco mujeres. Cuando terminé la universidad había solamente dos grupos, con no más de 15 estudiantes por grupo, y sólo cuatro mujeres en total”.
Para Aditi, quien fue becaria del Programa Mujeres STEM y forma parte del equipo de IT Security, es muy importante que cuando los jóvenes recién egresados lleguen a una organización se les acompañe, porque con disposición y empatía se aceleran los procesos de aprendizaje.
En en el encuentro virtual, se habló también cómo en ámbitos como el del mundo del fútbol profesional mexicano, recientemente se ha hecho justicia a la igualdad de género con la Liga MX Femenil, que inició en 2017, y en la que las mujeres se dedican profesionalmente a este deporte de contacto.
“En mi mundo me he topado con muchísimos obstáculos, donde las formas de operar en ciertas empresas, tienen tantos años de manejarse de cierta manera, que cuando llegamos revolucionamos y hay un shock. De pronto, piensan que estamos en contra, pero llegamos a aportar una nueva visión, una nueva perspectiva que lo que busca es mejorar”, compartió Desirée Monsiváis, futbolista delantera del Club Monterrey.
Para la líder de goleo de las “Rayadas” no basta con obtener un título o una capacitación académica, sino que se debe reforzar entre las propias mujeres la idea de que el diálogo, contar con una guía y líderes atentos al perfil de las profesionales, esos elementos son esenciales para lograr el éxito del trabajo en equipo en cualquier ámbito.
No obstante el avance que han tenido las mujeres en diversos sectores o industrias, persiste la baja participación femenina en diferentes puestos, debido a estereotipos y prejuicios que pueden llegar a desmotivarlas.
Ante las dificultades que tuvieron para alcanzar sus metas, Aditi y Desirée coincidieron en que la pasión que sintieron desde niñas, una por la tecnología y la otra por el futbol, las hizo perseverar y saber hacia dónde debían dirigirse.
Para la UNESCO la igualdad de género es una prioridad mundial estrechamente ligada a los esfuerzos para promocionar el derecho a la educación y lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Sin embargo, la pandemia se convirtió en un factor que amenaza los resultados de los últimos 25 años respecto al incremento de la matrícula en la educación primaria y secundaria, que ya contaba con 180 millones de niñas.
A raíz del confinamiento por el Covid-19, las estimaciones de la UNESCO son que 11 millones de niñas podrían abandonar la escuela y no volver a estudiar, y en especial las que tienen entre 12 y 17 años de edad. Las que viven en países de ingreso bajo y mediano bajo son las más expuestas a abandonarla.
C$T-GM