Con 9.5 millones de niños y niñas mexicanos de seis a 11 años de edad que son internautas, se espera que los Reyes Magos entreguen este año regalos que puedan conectarse a internet, incluidas tablets, smartphones, consolas de videojuegos, cámaras digitales, relojes inteligentes, una tendencia impulsada por la digitalización, pero que exige también desarrollar desde la infancia habilidades que servirán en el futuro.
Un entorno digital exige habilidades básicas para echar a andar dispositivos tecnológicos, acceder a recursos online, crear cuentas en plataformas y aplicaciones, configurar perfiles o comunicarse; en la actualidad, todo este proceso se va aprendiendo desde la infancia y en algunas ocasiones los dispositivos, en algunos casos presentados como juguetes adquieren un papel relevante.
El documento “Rutas y desafíos para cerrar las brechas de género en materia de habilidades digitales” habla de una “iniciación digital”, que se refiere al inicio como usuarios y usuarias dentro del ecosistema de comunicación digital.
“Las habilidades para la iniciación digital hacen referencia a habilidades básicas que requieren las personas para interactuar en una primera instancia con las tecnologías digitales, tras haber superado la brecha de acceso a las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC)”.
De acuerdo con The CIU, 38.4 por ciento de la población infantil cuenta con algún tipo de dispositivo computacional, siendo las laptops las de mayor acceso, con 19.4 por ciento del total de niños; le siguen las tabletas, con 18.3 por ciento y las computadoras de escritorio con 10.5 por ciento.
Pero además de estos artículos existe una gama de opciones especializada en menores de edad que contribuyen con su educación, por ejemplo los smartphones diseñados para niñas y niños de cuatro a nueve años de edad que se pueden usar con Wi-Fi, que permiten enviar mensajes, imágenes y videos e incluyen más de 40 juegos educativos con Realidad Aumentada (RA).
Y es que en México 91.7 millones de personas son usuarias de telefonía celular, es decir, 78.3 por ciento de la población y 66.4 por ciento de los hogares tienen conexión a internet, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2021.
Si bien los niños y niñas mayores de 10 años son los que piden juguetes tecnológicos a Melchor, Gaspar y Baltazar, los más pequeños que buscan imitar a sus mayores también pueden disfrutar y aprender habilidades con las nuevas tecnologías, pero bajo la vigilancia de sus madres, padres y cuidadores, como recomiendan los expertos.
“Está comprobado que el uso indiscriminado vuelve a los niños más pasivos, se aíslan y disponen de una actitud menos crítica hacia la vida. Además, cuando no hay supervisión por parte de los padres, los niños y adolescentes pueden ponerse en riesgo debido a que muchos de estos dispositivos están abiertos a Internet y a las redes sociales”, subrayó Claudia Sotelo Arias, directora del Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI).
Para los Santos Reyes la variedad de juguetes tecnológicos es variada, entre los que destacan tabletas, relojes inteligentes con reproductor de MP3 y cámaras digitales, aunque entre los más vendidos en Amazon también se encuentran otras opciones, como un kit para constituir un robot solar, tarjetas “parlantes” para enseñar vocabulario, bloques para construir; una fábrica de slime y juegos de mesa como Virus, Dominó, Basta, Destreza, Monopoly y Uno.
No obstante que la transformación digital exige ciertas competencias relativas a la tecnología, las nuevas generaciones también tendrán que desarrollar habilidades transversales como pensamiento crítico, creatividad e innovación; comunicación y colaboración, resolución de problemas, entre otras.
“Las habilidades transversales le van a servir al individuo a cualquier edad para convivir con un mundo cada vez más digitalizado, para reinventarse a lo largo de una vida que le va a forzar a cambiar de trabajo de forma frecuente, para aprender a aprender y para convivir con caras y entornos diferentes”, subraya el documento “Habilidades del Siglo 21: Desarrollo de Habilidades Transversales en América Latina y el Caribe”, del BID.
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