Ver la vida a través de una pantalla es hoy un acto tan cotidiano que hablar de su importancia e impacto puede parecer irrelevante, pero no siempre fue así. Hubo una época en la que las familias se reunían alrededor de un pesado aparato llamado televisor (con pantalla en blanco y negro) que daba cuenta de alegrías, sorpresas y tristezas, incluso ocupó la mente de quienes inocentemente llegaron a preguntarse ¿cómo es que las personas lograron meterse ahí?
A más de un siglo de que el disco de Nipkow fuera utilizado en el desarrollo de los sistemas de tv de los inicios del siglo XX, la hegemonía de la televisión, que ha sido testigo vivo de acontecimientos clave en la historia de la humanidad, como la llegada del hombre a la Luna, los atentados a las Torres Gemelas en Nueva York o el asesinato de un candidato presidencial en México, parece intacta.
“La televisión tiene dos grandes ventajas con respecto a otros medios en los que se converge actualmente en el ecosistema: Es el servicio que tiene mayores niveles de penetración en el país, alcanzando casi a toda la población y, dos, sigue siendo gratuita; esta característica de gratuidad también genera mayores consumos… le da una ventaja natural”, explica Óscar Díaz, titular de la Unidad de Medios y Contenidos Audiovisuales del IFT.
En México 33.4 millones de hogares cuentan con al menos un televisor, lo que representa el 91.2 por ciento del total de hogares; 66 por ciento tiene televisor digital, sólo 12.8 por ciento conserva un televisor analógico y 12.3 por ciento tiene ambos tipos.
La Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2021, indica que del total de los hogares que contaron con señal de televisión digital el 88.9 por ciento recibió la señal a través de una TV digital.
“La televisión sigue siendo el medio de mayor consumo y de mayor presencia en los hogares de nuestro país, tanto en los entornos urbanos como en los rurales, aunque el consumo se está diversificando”.
En México 607 son canales de transmisión de uso comercial; 257 de uso público y 21 de uso social. Hay 21 grupos concesionarios que proveen el Servicio de Televisión Radiodifundida (STR) comercial en el territorio nacional, de acuerdo con datos del órgano regulador al tercer trimestre del 2019.
De los proveedores de STR comercial 249 canales, que representan el 41.02 por ciento, son del grupo Televisa; 180 canales, 29.65 por ciento, de TV Azteca; 124, que significa el 20.43 por ciento de Imagen; 14 canales, o 2.31 por ciento de Multimedios.
TV, para información noticiosa
Sin embargo, la televisión que desde hace 26 años tiene su propio día conmemorativo, no es más un medio para estar al día en noticias en tiempo real, porque esta cualidad la ha perdido ante Twitter, Facebook o portales de medios de comunicación, pero sí para corroborar mucha de la información que los usuarios obtienen a través de plataformas digitales, que también proporciona la radio.
“En el contexto de la pandemia vimos una tendencia hacia el consumo de noticias en la televisión, asociado o relacionado con un tema de mayor confiabilidad… Los contenidos más consumidos son las noticias, las películas, pero las plataformas también están significando consumos mayormente dirigidos hacia entretenimiento, como series o películas”.
Pero ello no quiere decir que la TV esté perdiendo la función esencial que tiene de entretenimiento, pues los contenidos y los hábitos relacionados se están diversificando, además de que este medio de comunicación puede representar la única opción para quienes carecen de condiciones económicas para pagar televisión por suscripción o servicios streaming.
“Habría que entender que México es un país de mosaicos… y si bien el IFT realiza distintos esfuerzos y acciones para incrementar los niveles de penetración de banda ancha, hacer más asequibles servicios como internet, también hay hogares con distintas realidades en los que la televisión abierta representa primordialmente el medio de información, noticias y entretenimiento”.
Aunque la reforma constitucional implicó grandes beneficios en materia de competencia económica con la llegada de nuevos jugadores, la alta concentración que registra el mercado de la tv abierta sigue siendo una realidad, pues el Agente Económico Preponderante (Grupo Televisa) sigue manteniendo más del 57 por ciento del pastel, lo que significa que en un lejano segundo lugar se encuentra TV Azteca con casi 32 por ciento, seguido de Imagen con 6.35 por ciento y Multimedios 3.85 por ciento.
Gratuidad, larga vida a la TV
Díaz Martínez consideró que la televisión sigue representando ese espacio de oportunidad para muchos hogares que no cuentan con algunos otros medios de comunicación. Aunque sería pertinente pensar que si estos grupos tuvieran oportunidad de consumir más medios digitales, quizá también se sumarían a la “algoritmización” del consumo o al consumo individualizado.
Y es que, incluso en los hogares que cuentan con otras alternativas de medios y equipos para acceder a contenidos digitales, la televisión es una opción que sigue estando presente, lo que podría atribuirse en parte a la diversificación en las preferencias de los usuarios.
“El público está diversificando su consumo y el hábito se está moviendo… Los fines de semana, entre semana, en ciertos horarios, cuando se tiene internet y se quiere algún tema de entretenimiento se consume algún contenido en OTT, pero cuando como usuario quiere ver otro programa o noticias, se acude a televisión abierta”.
Por otro lado, el gasto en publicidad que se destina a la tv comercial es de 29 mil 139 millones de pesos en 2018, que representó el 38.5 por ciento del total. Sin embargo, las inversiones en este rubro se están yendo hacia plataformas como TikTok, Instagram, Twitter, Youtube. Incluso Netflix, que se había mantenido renuente y durante más de dos décadas no incluyó publicidad en su programación, ahora abrió la puerta a los anuncios comerciales.
De acuerdo con el Global Entertainment & Media Outlook 2022-2026 de PwC, Omdia, la TV tradicional registrará un crecimiento sostenido en los próximos cinco años, impactada principalmente por la disrupción en los servicios de streaming.
“Estimamos que los ingresos en este sector para 2022 serán de 4 mil 619 millones de dólares; para 2026 las proyecciones consideran que aumente a los 5 mil 569 millones de dólares con una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR) entre 2021-2026 del 5.0 por ciento”.
Sin embargo, con base en este reporte, el reto para las empresas de televisión tradicional será competir con los servicios de streaming por suscripción que ya están incluyendo eventos deportivos, así como con televisión de paga y/o satelital que mejorarán su oferta incluyendo planes all in one.
Es cierto que decir que los ingresos de la tv tradicional seguirán creciendo es una noticia alentadora ante la difícil competencia de las plataformas digitales, pero es evidente que necesita evolucionar con las necesidades de las audiencias que buscan modelos que les permiten interacción y crear contenidos propios; modelos que con todo, aún no derriban del todo a la “pantalla chica”, porque muerta, muerta no está.
C$T-GM