Pese a que el comercio electrónico se mantiene en las preferencias de 41 por ciento de los usuarios, uno de cada cinco mexicanos ya prefiere comprar por social commerce, es decir, el uso de redes sociales para compra y venta de productos y servicios, mientras que a 38 por ciento le resulta indistinto un canal u otro, lo cual hace pensar que este modelo dispone de un amplio espacio para crecer.
“Es indudable que el e-commerce es una tendencia con fuerte expansión en América Latina, siendo México el segundo país con el mayor crecimiento en el último año, después de Brasil, afirmó Eric Rosenthal, VP de Rapyd, plataforma global de pagos para América.
Si bien aún parece tímida la adopción del social commerce, señaló, ya cobra fuerza en las nuevas generaciones, toda vez que varios de los retos en materia de pagos, como el de la digitalización del efectivo al momento de la compra se solucionaron por el e-commerce.
Por lo anterior, consideró que los aprendizajes y avances logrados por el ecommerce, deben ser aprovechados en iniciativas como el Buen Fin, una oportunidad ideal para demostrar a los clientes que pueden confiar en estas nuevas tendencias de compra.
Un sondeo de la firma Rapyd da cuenta de que el social commerce no genera aún la confianza que ya goza el e-commerce, ya que 70 por ciento de los encuestados prefiere comprar bienes y productos de alto valor mediante la forma tradicional de comercio electrónico.
Para 60 por ciento de los encuestados, el social commerce en México está asociado a compras más impulsivas y de productos más económicos, en tanto que casi 70 por ciento admitió que prefiere hacer las compras planificadas de productos por sitios de e-commerce y no por redes sociales.
La investigación sostiene también que 57 por ciento de los encuestados manifiesta haber realizado una compra por social commerce y de este segmento, 88 por ciento lo hizo vía Facebook, 39 por ciento en Whatsapp y 30 por ciento en Instagram.
Categorías más populares: ropa e Indumentaria (52 por ciento) encabezó la lista de adquisiciones por social commerce, seguida por artículos de cosmética y belleza con 37 por ciento; alimentos y bebidas con 35 por ciento.
Respecto a servicios de salud, viajes y turismo; joyas y bisutería resultaron ser las tres categorías que mostraron más reticencia para el social commerce, ya que los encuestados manifestaron que no comprarían. Aunque llama especialmente la atención el resultado de Viajes y Turismo, tratándose de una de las categorías de mayor penetración de la venta online (e-commerce) en México.
Sobre métodos de pago, la investigación revela que los más comunes para este tipo de compras son la transferencia bancaria con 54 por ciento, PayPal con 51 por ciento y tarjeta de débito 41 por ciento.
Destaca de igual forma, el porcentaje de pagos en efectivo en tiendas de conveniencia u otros puntos de venta, con 29 por ciento para este tipo de compras que se concretan en la esfera digital; incluso entre un público mayoritariamente bancarizado.
Las principales preocupaciones que genera el social commerce en los encuestados mexicanos son que el comerciante resulte un estafador con 67 por ciento de las menciones, en segundo lugar con 53 por ciento, la seguridad de sus datos y la seguridad del pago, con 52 por ciento.
“Si bien los mexicanos ya están explorando el Social Commerce, por el tipo y montos de compras que hoy realizan se intuye cierto escepticismo aún en el canal. Creo que un rol clave en este camino de ganar la confianza del usuario lo juega la oferta de métodos de pago conocidos, confiables y preferidos de los usuarios”, concluyó Rosenthal.
C$T-GM