Cuando se habla de equilibro laboral-personal, un aspecto importante es el número de horas que una persona trabaja, y aunque la evidencia sugiere que un horario de trabajo largo puede resultar perjudicial para la salud personal, poner en peligro la seguridad y aumentar el estrés, en México estamos muy por encima del promedio internacional.
“En los países de la OCDE el 10 por ciento de los empleados trabaja 50 horas o más a la semana en un trabajo remunerado. México es el país con el porcentaje más alto de personas que trabajan de manera remunerada muchas horas, con 27 por ciento, seguido por Turquía con cerca de 25 por ciento y Colombia, con casi 24 por ciento de sus empleados”.
El «Índice para una Vida Mejor», elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), enfatiza que cuanto más trabajen las personas, menos tiempo tendrán para dedicarlo a otras actividades, como el tiempo que pasan con otras personas, el ocio, comer o dormir.
Sin embargo, en México los empleados de tiempo completo dedican menos horas de su día al cuidado personal (comer, dormir, etcétera) y al ocio (vida social con amigos y familiares, pasatiempos, juegos, uso del ordenador y la televisión, entre otros), que el promedio de la OCDE que es de 15 horas.
“México podría reforzar sus políticas para aumentar el bienestar de las familias y los niños. El apoyo público en prestaciones y servicios para las familias es clave para movilizar el empleo de las mujeres, reducir los riesgos de pobreza, promover el desarrollo de la infancia y mejorar la equidad de género”.
Además, las brechas de género y el trabajo no remunerado en México son unas de las mayores de la OCDE, pues aunque el número de mujeres que trabajan, va en aumento a un ritmo moderado, sigue siendo de las más bajas de la OCDE después de Turquía y Grecia (en 2013, el 45.3 por ciento de las mujeres mexicanas tenían un trabajo remunerado en comparación con la media de la OCDE de 57.5 por ciento).
“La pobreza de tiempo y los roles de género plantean grandes obstáculos a la participación de las mujeres en el mercado laboral. En el hogar, las mexicanas dedican cuatro horas más al día a labores no remuneradas de cuidado de otros y del hogar que los hombres”.
Los mexicanos también trabajan más horas al año que los trabajadores de los demás países de la OCDE, y tienen uno de los tiempos promedio de traslado diario más largos, superados solo por los de Japón y Corea.
“Estas restricciones de tiempo complican el balance vida-trabajo y representan retos importantes para las madres, en especial debido a que un porcentaje cada vez mayor de ellas son madres solteras”.
C$T-GM