Eliminación de regulación obsoleta, desafío en AL.
El impacto que ha traído la pandemia de Covid-19 para la industria de las telecomunicaciones no sólo se ha reflejado en una mayor demanda, sino también en mayores exigencias para los operadores que faltan a los principios de seguridad jurídica y sostenibilidad económica, en los que se basan las inversiones en este sector.
Al moderar el panel “Modernización regulatoria para fomentar la inversión”, Omar de León, director de Teleconsult subrayó la importancia de contar con una estructura que dé flexibilidad y oportunidades de inversión y recuperación para la industria específica de operadores fijos y móviles, “que son esenciales para los países, no podemos dejar que esas redes caigan”.
Refirió que de acuerdo con un documento del Foro Económico Mundial se observa que del año 2010 al 2018 la participación de los operadores móviles y fijos en el beneficio de la industria ha pasado de 58 por ciento a 45 por ciento, “esto significa una caída muy importante», sostuvo en el encuentro virtual organizado por Telesemana y 5G Américas.
En ese punto coincidió Ana Valero Ahuete, directora de Asuntos Públicos y Regulación para Hispam de Grupo Telefónica, quien advirtió que en el entorno de crisis algunos países de América Latina la regulación y la sostenibilidad económica, son dos elementos muy básicos y no se han respetado en la manera en la que se hubiera pensado.
Como en otras industrias, el principio básico para atraer inversiones, tiene que ver con dos elementos clave: seguridad jurídica, es decir la previsibilidad, el marco que regula las inversiones y la capacidad de hacer negocios de los privados; y por otra parte, la sostenibilidad económica, la capacidad de generar ingresos y recursos financieros, expuso.
Si bien, reconoció que durante el contexto de la pandemia es apremiante establecer mecanismos de protección a los sectores más vulnerables de la población, por otra parte también es muy importante retener la sostenibilidad, para no poner en riesgo la capacidad de invertir y, por tanto, de la proyección a futuro.
Para la experta, la modernización y eliminación de regulación obsoleta que supone una sobrecarga para los operadores es uno de los retos en los que se debe trabajar, al igual que en el establecimiento de medidas que faciliten el despliegue de infraestructura.
En el entorno marcado por la pandemia de Covid-19, expuso, algunos países tomaron medidas concretas para avanzar en ese tema, y eximieron determinadas regulaciones de forma temporal para facilitar la extensión de servicios y mejora de calidad. “Pensamos que son medidas que responden a una necesidad real de la industria en las que hace falta profundizar”.
En el encuentro, Salomón Padilla, vicepresidente de la Asociación de Telecomunicaciones Independientes de México (ATIM), consideró que en México el reto para una modernización regulatoria se inicia con la tarea de visibilizar los mercados locales, mostrando sus coincidencias pero también sus diferencias con otros mercados, así como el contar con una política digital.
Tras señalar que la organización que representa atiende 350 municipios donde no llegan operadores nacionales o internacionales (de 2 mil 400 que hay en el país), opinó que al elaborar las regulaciones del sector se tendrían que tomar en cuenta los objetivos y las zonas, además de un trabajo interdisciplinario, porque muchas veces, “el regulador no alcanza a adoptar los cambios que se presentan”.
“La fórmula para llegar a estas poblaciones son las Pymes, que pueden cubrir las necesidades en esas poblaciones, y que para ellos es negocio y hay que apoyarlas, con recursos públicos para que lleguen ahí, con regulaciones que permitan generar negocio”.
C$T-GM