El sector telecomunicaciones en América Latina destina actualmente entre 20 y 23 por ciento de sus ingresos a inversión, lo cual es insostenible a largo plazo. Además, menos del 20 por ciento de la población en la región está cubierta con 5G; el 6.0 por ciento no tiene servicio de 4G (con el 40 por ciento de este universo en zonas rurales) y menos de la mitad de los hogares están pasados por fibra óptica.
Para cambiar este panorama es urgente realizar mejoras regulatorias, fomentar la compartición de infraestructura; crear marcos fiscales “moderados” (que no se centren en criterios estrictamente recaudatorios); establecer precios razonables para el espectro radioeléctrico y fomentar la contribución de actores en el ecosistema digital, sin descartar esquemas público-privados.
Tales son las conclusiones del “Informe de brecha de conectividad y necesidades de inversión para América Latina y el Caribe”, presentado por el Centro de Estudios en Telecomunicaciones para América Latina (CET.LA ) y realizado por la consultora Telecom Advisory Services, cuyo presidente, Raúl Katz, advirtió que “el esfuerzo inversor por parte de las empresas del sector en la región es tal, que está afectando la sostenibilidad de la industria”.
Al presentar el informe en un webinar organizado por la CET.LA y por la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (ASIET), explicó que este porcentaje de inversión con respecto a las ventas, llega hasta 23.4 por ciento, mientras en los países de la OCDE, el promedio es de 16 por ciento.
Por otro lado, las empresas en la región enfrentan una fuerte presión tributaria, por lo que se plantea una mejor distribución y buscar esquemas novedosos. “No planteamos eliminar la tributación, sino distribuirla de manera distinta, para que no afecte -como ocurre hoy- el desarrollo de las empresas y su capacidad para invertir en infraestructura”.
También el precio del espectro radioeléctrico sigue siendo de los más altos del mundo (con México a la cabeza de esta lista), con serias consecuencias, pues “cuando se prioriza la recaudación a la hora de asignar espectro, los despliegues de redes pueden comprometerse seriamente”.
En términos de cifras, “una reducción de 1.0 por ciento en el pago de espectro está asociado con un incremento de 0.45 por ciento en cobertura de 4G en países en desarrollo”, lo que demuestra que se debe dejar atrás el modelo recaudatorio para cerrar las brechas de conectividad que todavía existen.
Además, si se quiere avanzar con mayor agilidad en el despliegue de infraestructura y adopción de tecnologías, es necesario que los gobiernos de la región reglamenten la compartición, con especial énfasis en el criterio de «voluntariedad», pues mientras no haya voluntad de los actores involucrados, la compartición no producirá mejores resultados.
Finalmente, el especialista señaló que las asociaciones son importantes, sin descartar esquemas de cooperación público-privadas, que han producido resultados relevantes, como en el caso de Perú con el programa “Internet para todos”.
Al concluir la presentación del informe, se realizó una mesa de análisis con la participación de varios especialistas, quienes comentaron los resultados.
En dicho espacio, Maryleana Méndez, secretaria general de ASIET señaló que entre el 2018 y el 2021, la inversión en telecomunicaciones en la región alcanzó los 78 mil millones de dólares, donde el sector privado aportó el 75 por ciento de ese monto.
Sin embargo, los marcos tributarios y regulatorios actuales, en la práctica restringen la inversión, por lo que “el rumbo debe cambiar; por el camino que vamos, no vamos a cerrar las brechas, que además ahora se diversifican”.
En su oportunidad, Carlos Lugo Silva, especialista en regulación para la UIT en las Américas, sostuvo que en su más reciente Simposio de Reguladores, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), concluyó que se deben generar incentivos para la conectividad significativa, en especial, analizar la competencia involucrando a todo el ecosistema, pues “la cancha requiere equilibrios”.
Es necesario que en los países de la región haya incentivos para crear accesos y dar servicio universal en todos los rincones para lograr el despliegue en las zonas que aún faltan, equilibrar las políticas fiscales y fomentar inversiones en investigación y desarrollo, sin olvidar desde luego las reformas indispensables respecto a los altos costos del espectro radioeléctrico. Es importante destacar que algunos marcos legales están todavía “muy atrasados”.
A su vez, Alfie Ulloa, presidente de Chile Telcos, advirtió que de acuerdo con los resultados del estudio “estamos en un punto de inflexión respecto a las tendencias de largo plazo. Ya no es un tema de precios, sino de sostenibilidad”, donde hace falta cambiar la forma como se organiza el mercado.
C$T-GM