Se pretende “curar una gripe con una cirugía”.
Aunque la creación del Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (PANAU) se basa en una “trampa argumentativa” que no da certeza sobre cómo se resguardará la información ni quién será el responsable en caso de una vulneración, para expertos en ciberseguridad y protección de datos lo más grave es que en México se subestime la importancia de una estrategia nacional para la seguridad digital.
En el conversatorio “Ciberseguridad, datos personales y combate al crimen. Aspectos jurídicos y sociales”, Rodrigo Soto, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Panamericana aseveró que el registro es desproporcionado, pues no se justifica como un medio, dado el riesgo que existe para los datos biométricos de una persona ante un uso indebido o exposición digital en la dark web o la deep web.
“Si bien es verdad que el bien colectivo está encima del bien común, porque no podemos desplegar nuestros derechos individuales si no tenemos un Estado que nos proteja para poder hacerlo, es desproporcionada la medida de un padrón que no tiene ni presupuesto, ni existen los lineamientos administrativos que dicen cómo se va a resguardar”.
Además, lamentó que “so pretexto de control de la criminalidad, desde el punto de vista de la criminalística y de la acción policial es tremendamente cómodo recargarse en eso, y es de alguna manera no hacer mi chamba de policía de investigación y de prevención”.
Cynthia Solís, socia directora de LexInf IT Legal Advisory, advirtió que el gobierno mexicano no se ha distinguido por poner en un ámbito prioritario el tema de ciberseguridad, a lo que se suma la duda de cómo se protegerá una base de datos como el PANAUT ante los constantes ataques de hackers.
“No solamente es un tema del repositorio en sí (base de datos), sino de todos los particulares, entidades, que van a tener que recabar los datos, transferirlos y demás; recordemos que no sólo participan las empresas de telecomunicaciones sino los autorizados”.
En el encuentro virtual, Guillermo Tenorio, director de la Licenciatura en Gobierno de la Universidad Panamericana alertó que en materia de protección de datos “no existe presunción de medidas de seguridad, es decir no podemos suponer que las tendrán”.
“Para estas empresas (de telecomunicaciones) supondrá armonizar un sistema de captación, utilización o transferencia de dichos datos con el consecuente riesgo latente de vulneraciones y con el consecuente riesgo latente por parte de la autoridad de establecer las multas en cuanto se genere una posible vulneración”.
El tema de los biométricos, dijo, no es un tema menor, porque al comprometerse no es que pueda haber una invasión a la vida privada o a la intimidad de los usuarios de telefonía móvil, sino que está de por medio la propia identidad.
Por su parte, Clara Luz Álvarez, profesora investigadora de la Facultad de Derecho de la Universidad Panamericana, consideró que ante los antecedentes de un registro previo de usuarios de telefonía, “la historia nos dice que (el PANAUT) tampoco será eficaz”, pero además cuestionó el riesgo que implicaría recabar los biométricos a través de una aplicación como ha trascendido, y que participen diversas entidades, empresas, autoridades de seguridad y de justicia. “¿Dónde va a quedar la bolita si hay una vulneración?”, ¿dónde está el punto de vulneración o partir de dónde va a llegar la fuga de datos?
“Lo que ha trascendido es que para que se registren los biométricos, lo que ha dicho el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) es que se va a establecer una aplicación para que mandemos nuestros datos biométricos, que hoy no sabemos si es la huella digital, si es la cara, el iris…pero, independientemente de eso, si hablamos de ciberseguridad, si sabemos que hay ataques en cada momento, imagínense los enlaces del celular de cada persona mandando estos datos biométricos”.
Los expertos consideraron como un error retomar estrategias que no han sido exitosas, o que se pretenda “curar una gripe con una cirugía”, y sí pensar en que la discusión no puede ser con soluciones tecnológicas, padrones o cuestiones que parecen sencillas.
En ese sentido, Guillermo Tenorio advirtió la urgencia de ver los problemas digitales como asunto de Estado, la necesidad de impulsar una política digital en la cual se puedan armonizar y ordenar todos los esfuerzos hacia un objetivo común.
C$T-GM