Hasta 20% de la población en AL vive en zonas rurales
Si bien el desarrollo de redes comunitarias puede ser una alternativa viable para contribuir al cierre de la brecha digital, los gobiernos de América Latina deben privilegiar la neutralidad regulatoria y políticas públicas orientadas a ese propósito, aseguró Pablo Bello, director Ejecutivo de la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (Asiet).
“El objetivo es cerrar la brecha y lograr la inclusión, no instrumentar redes comunitarias, por lo que el Estado no debe privilegiar un modelo de intervención en particular, sino generar información y capacitación sobre las redes comunitarias para estudiar y trabajar sobre esos
mecanismos”, precisó al participar en la tercer jornada de trabajo del Congreso Latinoamericano de Telecomunicaciones 2019 CLT19.

Comentó los altos costos operacionales en los que incurren las grandes empresas al tratar de conectar las zonas rurales de la región, lo cual sin duda pudiera resultar en menores costos si los operaran las redes comunitarias; sin embargo, no sería positivo establecer regulaciones asimétricas que creen distorsiones.
Ajit Pai, presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, coincidió en la importancia de cerrar la brecha digital, un problema que afecta al 45 por ciento de las personas en América Latina, pero también a 21 millones de ciudadanos estadunidenses que no tienen acceso a servicios de Banda Ancha de alta velocidad.
“Mejorar las tecnologías no es un tema menor, es esencial para cada problema que enfrentamos como responsables de la formulación de políticas, por lo que es esencial para el crecimiento económico y la
creación de empleos, es esencial para la atención médica y la educación, para el transporte y la agricultura”, argumentó Pai.
Bajo esta óptica Pai habló del desarrollo de redes de quinta generación las cuales pueden contribuir a la reducción de la brecha digital, por lo cual la FCC realiza el Plan 5G Fast bajo tres vertientes:
● Liberación de espectro para uso comercial, para lo cual realizó subastas de las bandas de 24 y 28 GHz para 5G.
● Impulso del despliegue de infraestructura, así como fomentar medidas para que las small cells tengan cargas reglamentarias diferentes a las torres de 60 metros, así como eliminar barreras que pudieran enfrentar el despliegue de infraestructura en cada uno de los estados de la Unión Americana.
● Promover el despliegue de fibra óptica con el objetivo de tener una infraestructura robusta que soporte la creciente y futura demanda.
Tras precisar que en América Latina 20 por ciento de la población reside en zonas rurales, es decir, entre 140 y 150 millones de personas, Mauricio Agudelo, del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), habló
de la necesidad de trabajar en esquemas de acceso a infraestructura mayorista que permita reducir los costos de operación de las redes comunitarias, además de revisar un modelo que permita el acceso a los Fondos de Servicio Universal para tecnificar estas redes.
“Modelos como Internet para Todos en Perú (donde intervienen Telefónica, Facebook, el Banco Interamericano de Desarrollo y CAF) crean una palanca de valor importante que permite dar acceso a
comunidades rurales que no tienen servicio de Internet móvil y facilita la estructura de costos de transporte para una mayor sostenibilidad de las redes comunitarias”, explicó.
Por su parte Carolina Caeiro, coordinadora de Proyectos de Desarrollo de LACNIC, consideró que las redes comunitarias deben ser complementarias con las redes tradicionales, como una estrategia adicional para lograr el cierre de la brecha digital.
C$T-EVP