México continúa en el sitio 76 de 139, dentro del Networked Readiness Index
Aunque durante 2013-2014 se concretó una profunda reforma en materia de Telecomunicaciones y Radiodifusión y se instrumentaron políticas públicas en torno a las TIC, desde la edición 2012 del NRI a la fecha, México mantiene la misma posición y no ha logrado escalar significativamente en la apropiación y aprovechamiento de las tecnologías.
Lo hecho «ha sido insuficiente para alcanzar niveles óptimos en costos de los servicios, así como para materializar un entorno de mayor cobertura y calidad de los mismos, a partir del desarrollo y despliegue de infraestructura de telecomunicaciones, lo que confirma que el elemento ausente para la generación de un entorno de mayor conectividad y adopción de TIC, es y ha sido la gestación de competencia efectiva».
El Networked Readiness Index (NRI), que mide el grado en que los países aprovechan las TIC en favor de su productividad, informó que México no ha cambiado de posición desde 2012 y tampoco ha logrado equipararse a los países con mayor grado desarrollo, ni ha alcanzado el promedio de los países de la Organización y la Cooperación para el Desarrollo Económicos (OCDE) en términos de adopción de banda ancha fija y móvil.
The Competitive Intelligence Unit (CIU), indicó que en años recientes las políticas públicas han buscado empatar con los cambios registrados en la industria mexicana de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), como la eliminación de barreras a la entrada e ingreso de Inversión Extranjera Directa y la consolidación de operadores de telecomunicaciones.
A ello se ha sumado una creciente adopción de dispositivos de conectividad; introducción de nuevas ofertas de servicios de conectividad, así como caídas en los precios de los servicios de telecomunicaciones.
La Estrategia Digital Nacional en 2014, impulso los datos abiertos en el portal datos.gob.mx, la conectividad en espacios públicos a través de México Conectado, así como la entrega de tabletas a estudiantes de primaria que sienta las bases del Programa de Inclusión y Alfabetización Digital han contribuido a esta transformación pero sin grandes resultados.
El estudio comparativo de 139 países, ubicó a México en el lugar 76 (en la mitad de la clasificación), lo cual es un fenómeno recurrente desde 2012, además que reporta una reducción de casi 3.0 por ciento respecto a la edición del año pasado, deterioro que se explica principalmente por una contracción equivalente a 15 por ciento en el pilar del NRI referente a asequibilidad.
Hubo un aumento en los costos para acceder a las TIC (especialmente en banda ancha fija), consecuencia de falta de competencia en los segmentos de telefonía y banda ancha.
En contraste, se reconocen mejoras en el “Uso Individual”, el cual concentra información sobre la adopción y uso de computadoras, servicios de telefonía móvil y fija, así como de banda ancha y redes sociales, en hogares y habitantes.
En este aspecto, la calificación del WEF incrementó 8.0 por ciento respecto de la edición anterior, lo cual resulta en un acotado avance respecto al mandato Constitucional de alcanzar una plena conectividad entre los mexicanos.
México se ubicó en el último sitio en penetración de Banda Ancha Fija al registrarse 12 suscripciones por cada 100 habitantes, equivalente a tan sólo 14.6 millones de suscripciones a nivel nacional, mientras que en Banda Ancha Móvil, la OCDE contabiliza 63.1 millones, lo que representa 52 suscripciones por cada 100 habitantes.
C$C-EVP