Recuperación hacia el 2021 pero insuficiente.
La industria de las telecomunicaciones enfrenta un “inesperado año”, con horizonte económico complicado derivado de los efectos del COVID-19, que ya en el primer trimestre provocó una contracción en el PIB nacional de 1.4 por ciento, y que al cierre del presente ejercicio fiscal, el desplome podría superar el 8.0 por ciento, según anticipan organismos multilaterales y analistas privados.
“México enfrenta no una, sino dos capas de crisis económica; una por la política inducida desde el gobierno en 2019, de recorte al gasto, señales confusas en el macroeconómico que desincentivaron inversiones etcétera y este año el COVID-19 con su impacto económico, fenómeno que desde el punto de vista de los economistas es muy difícil de atajar”, precisó Ernesto Piedras Feria, director general de The Competitive Intelligence Unit (CIU).
El tema hoy, explicó, es que la prioridad es la salud, no la reactivación de la economía porque eso puede poner en riesgo la salud de los habitantes y ahí el dilema de cómo resolver este tipo de crisis, lo que explica ya la pérdida de un millón de empleos que restringe la derrama salarial y el gasto en consumo que en marzo cayó 2.8 por ciento.
Sin optimismos o fatalismos aseguró, el análisis de este año para el ámbito de las telecomunicaciones se perfila complicado, aunque en el primer trimestre el PIB sectorial se condujo con cierta independencia, pues reportó una tasa de crecimiento del 7.3 por ciento, frente a la caída de 1.4 por ciento del PIB nacional.
Carlos Hernández, director de Análisis de The CIU indicó que la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) asegura que esta recesión será la mayor registrada desde la Gran Depresión por lo cual se tiene que ubicar dos eventuales escenarios para el cierre del 2020: el primero en el cual se genera un segundo brote de COVID y el PIB de México se contraiga 8.6 por ciento anual.

El segundo escenario no prevé un segundo brote y el PIB nacional cae 7.5 por ciento anual, en ambos casos el nivel del PIB se mantendrá en 2021 más bajo que a finales de 2019, es decir, la recuperación será insuficiente para recuperar el terreno económico perdido en 2020. Los sectores de turismo y exportación tardarán aun más tiempo en volver a los niveles previos a la pandemia; la población en pobreza y vulnerabilidad, incluidos los trabajadores informales serán los más afectados.
Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) calificó esta crisis “como ninguna otra” con un impacto más negativo que lo previsto y una recuperación más lenta de lo que se esperaba. Por lo cual anticipa una contracción del crecimiento económico en todas las regiones del mundo para este año, teniendo México la caída más extrema de 10.5 por ciento y una recuperación de 3.3 por ciento hacia el 2021.

Citibanamex por su parte, en su encuesta (22 de junio) con diferentes organismos financieros anticipan que la actividad económica del país tenga una variación negativa 8.45 por ciento en 2020 y un crecimiento de 2.87 por ciento para el 2021.

Ante estas previsiones que coinciden en que habrá recesión este año y ligera recuperación en 2021, el análisis de The CIU se ubica en un punto intermedio anticipando un deterioro económico para este año del 9.0 por ciento y un incremento de la actividad productiva del país de 2.9 por ciento hacia el 2021.
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